COP25, una oportunidad perdida

21 de Diciembre 2019 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Archivo | Agencia UNO

Corremos contra el tiempo y algunos Estados se niegan a aceptarlo. Esperemos que en la COP26 prime la solidaridad y la conciencia ante esta emergencia climática.

Pedro Cisterna
LLM Global Environment and Climate Change Law, University of Edinburgh.
Estudiante PhD in Law, University of Edinburgh.

El Secretario General de la ONU calificó la COP25 como una oportunidad pérdida. La ilusión generada por la COP25 fue decayendo a medida que los acuerdos relevantes no se lograban. Entre ellos, el artículo 6 del Acuerdo de París (AP). En esta columna, argumentaré que los desacuerdos sobre artículo 6 del AP son un fiel reflejo de esta oportunidad perdida.

El gran desafío de esta COP era resolver la implementación del artículo 6 del AP, único punto del Reglamento del AP que no se selló en la COP24. Esta disposición regula tres mecanismos de cooperación. Primero, el artículo 6.2 establece un mecanismo de cooperación bilateral y de mercado. Segundo, el artículo 6.4 establece el “Mecanismo de Desarrollo Sustentable (MDS)” que reemplaza el “Mecanismo de Desarrollo Limpio” del Protocolo de Kioto. El MDS es un mecanismo de mercado que permite intercambiar la reducción de emisiones logradas en cualquier parte del mundo, tanto por proyectos privados como públicos. Tercero, el artículo 6.8 establece un mecanismo de no mercado y colaboración, dirigido a beneficiar a naciones vulnerables.

Ciertas barreras transversales de la COP25 tales como, gobiernos negacionistas, el rol de las grandes potencias y la presidencia chilena de la COP, se reflejaron en el fracaso de las negociaciones del artículo 6 del AP. Así, el gobierno negacionista de Brasil mostró una postura inflexible en el debate sobre doble conteo en el mercado de carbono y el MDS. Luego, la barrera de las grandes potencias se reflejó en la negativa de EE.UU. a que un porcentaje de los fondos obtenidos vía artículo 6.2, financien la adaptación de naciones más vulnerables. Otra barrera, fue la tardía atención que puso la presidencia chilena de la COP en el artículo 6 del AP. Esta disposición es clave para una implementación efectiva del AP. La presidencia de Chile no dimensionó lo esencial de esta discusión y no le dio el peso diplomático y técnico que requería. Así, ante la posibilidad de cerrar un acuerdo débil y regresivo respecto del AP, la Unión Europea propuso posponer la discusión para la COP26.

La COP25 fue una oportunidad perdida. Año a año se sentirá con mayor fuerza el impacto de estas oportunidades perdidas, sobre todo en países y comunidades con alta pobreza y vulnerabilidad. Corremos contra el tiempo y algunos Estados se niegan a aceptarlo. Esperemos que en la COP26 prime la solidaridad y la conciencia ante esta emergencia climática.