Austeros por la razón o la fuerza

28 de Noviembre 2019 | Publicado por: En el Tintero

En los tiempos que vivimos, la palabra austeridad tiene significados distintos, la duda entre virtud y defecto. Para una sociedad febrilmente consumista, el austero tiene una sospechosa condición de avaro. Para quienes todavía creen que hay otras cosas, además del dinero, y lo que se puede hacer con él, la austeridad puede ser un elemento poderoso de control de nuestros propios instintos, el dominio del espíritu sobre la materia, o sin tantas ínfulas, sencillamente guardar, por prudencia, para los momentos de vacas flacas.

El origen de la palabra, del latín austeritas, derivada del griego -lo cual da cuenta que su sentido interesaba a muchos desde muy temprano- tiene que ver con varios adjetivos, a saber; severo, rigurosamente ajustado a las leyes de la moral, sobrio, sencillo y sin alardes y en el extremo, retirado, mortificado y penitente. O sea, tiene que ver con algo más que recursos económicos y su administración, más bien con una forma de vida.

Si se observa la danza de millones que cada uno de los involucrados en los tiempos de consumismo bárbaro pone en juego para pasarlo reguleque, de la variedad de maniobras para hacerse con la plata ajena y salir incólume, ante la evidencia de poder comprar conciencias o por lo menos prudente silencio, se puede concluir que hay una evidente pérdida de referencias en cuanto a austeridad, que el término parece haber perdido sentido y que ya no es concebible, para muchos, que se pueda llegar a alguna parte siendo austero.

Es indispensable hacer una reflexión sobre este asunto, ya que sin esos límites queda abierta la posibilidad de saltar por encima de cualquier cosa para satisfacer necesidades, no importa cuán ilegítimas sean.

PROCOPIO