Opinión

Es el tiempo de levantar la cabeza

Por: En el Tintero 17 de Noviembre 2019

Hay advertencias tan antiguas que es asombroso que después de miles de años quede gente que opte por desoírlas, o a lo mejor, sencillamente, nunca supieron que había una. Virgilio, el poeta y panegirista favorito de Augusto, el primer emperador romano, sirve de guía a Dante en su visita al Infierno, en el acto tercer de la Divina Comedia.

En la puerta del infierno hay un letrero con la admonición; “Lasciate ogni speranza, voi ch’intrate”, o sea, abandona toda esperanza si entras aquí. Difícilmente se puede encontrar una amenaza más radical, una pérdida más definitiva. El saber popular suele comentar que la esperanza es lo último que se pierde, sencillamente porque si se abandona la esperanza, no queda nada más que abandonar, nada que esperar, sin aquello desaparece el futuro, en el peor estado posible, el de la desesperanza.

No es posible entonces, resignarse a perder la esperanza, aún ante los escenarios más oscuros y es eso lo que se ha venido observando con sutiles señales y otras no tanto cuando el entorno se hace turbulento o complejo, sin embargo, un numero apreciable de actores, de los más diversos ámbitos, han dado a entender que no están dispuestos a bajar los brazos y no mantener como cosa posible el enorme y transversal proyecto de hacer de nuestro país uno más digno de ser vivido, responder a la demanda de la sociedad y los tiempos. Es claramente una llamada al optimismo, en términos de la Real Academia de la Lengua, la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, dejar de ser la zona grisácea y plañidera del país y levantar la cabeza al mismo tiempo que la confianza y el ánimo, ponerse decididamente a hacer lo que corresponde.

PROCOPIO

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