Opinión

La claridad del origen de casi todo

Por: En el Tintero 07 de Noviembre 2019

Hay algo profundamente conmovedor en el intento de los científicos más connotados, aquellos con coeficientes intelectuales de asombro, para explicar cómo nació el universo y si no fuera mucho, para donde va.

La última, aunque nada nueva creación, ha sido la teoría del Big Bang, que explica cómo, que hace unos 13.800 millones de años, el universo, concentrado en un ínfimo y a su vez infinitamente pequeño punto que albergaba toda la materia, explotó para después enfriarse a medida que se expandía. Posteriormente, en el transcurso de esta expansión, se fueron desencadenando y encadenando a su vez, las reacciones que cocinaron las primeras estrellas, galaxias y todo aquello que hoy vemos en el Universo.

A su debido tiempo, cuando se enfriaron las piedras y llegó el agua y los seres unicelulares y todos los otros, llegamos nosotros, con nuestro saco de preguntas de éstas, que pasó antes del Big Bang. Los físicos del MIT, junto con los de otros centros de investigación, han simulado una fase intermedia del universo primitivo que pudo haber constituido un estadio, entre la nada misma del universo, conocido como “Fase de Recalentamiento”, que llevaron esa materia fría y uniforme a convertirse en caldo energético, caliente y complejo que dio el pistoletazo de salida al Big Bang. Esto es descubrir el Bang en el Big Bang, explica, feliz de la vida, el jefe del proyecto, “es el momento preciso en el cual todo el infierno se desata y la materia se comporta de cualquier forma menos de un modo simple”.

Por fin ha quedado claro, es la oportunidad de ocuparnos de otras cosas, salvo que se nos ocurra preguntarnos que hubo antes en ese universo y en qué lugar estaba.

PROCOPIO

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