Unicornios en Chile, del mito a la realidad

Para alcanzar el tamaño que requiere una compañía Unicornio, las empresas chilenas estarían obligadas a internacionalizarse.

Roger Sepúlveda Carrasco
Rector Universidad Santo Tomás
Región del Bío Bío

En la definición tradicional, los unicornios son animales mitológicos representados como un caballo con un cuerno en la frente, pero el año de 2013 Aileen Lee, fundadora de Cowboy Ventures, fue la primera en introducir el término refiriéndose a una empresa tecnológica que alcanza un valor de mil millones de dólares en alguna de las etapas de su proceso de levantamiento de capital. De ahí surgieron luego los conceptos de Centauros y de Little Ponys. El primero hace referencia a las empresas valoradas en más de US$ 100 millones, mientras que el segundo a las que han logrado más de US$10 millones.

Si consideramos que tres cuartos de las empresas fracasan antes de cumplir dos años, el término “unicornio” comienza a tener todo el sentido del mundo. Algunos casos emblemáticos son Facebook, Xiaomi, Uber, Airbnb, entre otras 260 empresas que conforman este selecto club.

En Latinoamérica hay 20 empresas unicornio, con Brasil (6) y Argentina (5) a la cabeza. En Argentina, Mercado Libre es un unicornio tecnológico que lleva claramente la ventaja, la cual con presencia en 17 países de la región su valoración bursátil en el Nasdaq alcanza los US$ 12.700 millones.

En Chile, solamente una compañía puede ser considerada Unicornio, es el caso de Crystal Lagoons, especializada en la construcción de lagunas artificiales gigantes, como la de San Alfonso del Mar, hoy presente en distintos lugares del mundo.

No obstante, hay otra empresa chilena que pronto puede alcanzar esta calificación. Es el caso de Cornershop, que se dedica a llevar las compras del supermercado a casa, luego de que Uber con las intenciones de adquirirla, la valorizara recientemente en US$ 675 millones, superando hace tiempo la calificación de Centauro.

Lamentablemente, existen al menos dos restricciones importantes para que en Chile existan más especímenes de esta deseada fauna mitológica. Lo primero tiene que ver con la existencia de una industria de capital de riesgo más consolidada, ya que hoy en día hay flujo de proyectos que salen de la fase de incubación con mucho potencial de crecimiento, pero no logran conseguir inversionistas que apoyen un crecimiento rápido a nivel global de estos emprendimientos. Y lo segundo, para alcanzar el tamaño que requiere una compañía Unicornio, las empresas chilenas estarían prácticamente obligadas a internacionalizarse, ya que para lograr acceder a mercados de la envergadura de Estados Unidos se necesita establecer operaciones en varios países de Latinoamérica o definitivamente trasladarse al país del norte.