“Gobierno anuncia proyecto de flexibilidad horaria para compatibilizar mejor el trabajo con la familia”. Este fue el titular en todos los medios del país a finales de 2018, desde entonces, la discusión giró en torno a la reducción de horas de la jornada laboral. Esto, en un contexto en que la igualdad de género, inclusión, transformación de los espacios laborales, teletrabajo y la integración de los jóvenes a la fuerza laboral, entre otras cosas, están marcando la pauta y, por lo mismo, se le está exigiendo a las empresas que se adapten a esta nueva realidad y a las necesidades de los trabajadores.
Sin embargo, lo que se debe tener presente es el fondo de este debate: encontrar la forma y las herramientas para lograr el equilibrio entre la vida personal y laboral, y así mejorar la calidad de vida de las personas.
Ciertamente, los millennials llegaron a derribar pilares en las estructuras laborales más tradicionales, en la que le han dado mayor importancia a compatibilizar el tiempo que le dedican al trabajo y a su vida fuera de él, contagiando también a las demás generaciones. En esa línea, uno de los beneficios más valorados por los trabajadores chilenos tiene que ver con el trabajo flexible. Según el reciente Índice de Calidad de Vida 2019 de Sodexo Beneficios e Incentivos, el 46% de los trabajadores en Chile considera la flexibilidad horaria como uno de los tres beneficios que más valora. Esto demuestra que los trabajadores quieren y están exigiendo más tiempo para ellos mismos, por lo que las empresas no sólo deben enfocarse en la jornada laboral, sino que también en todos los beneficios que supongan un medio para disfrutar el tiempo que fuera del trabajo, como la flexibilidad horaria, permisos para eventos importantes, horario de verano o teletrabajo, entre otros.
Es necesario un cambio de mentalidad y cultura al interior de las compañías y se hace fundamental conocer los diferentes perfiles que existen dentro de una misma organización, entendiendo cómo se compone su fuerza laboral y cuáles son sus necesidades y preferencias, según el segmento. En esa línea, se reveló que el 70% de los trabajadores tiene entre 25-30 años y no tiene hijos, lo que demuestra que se debe adecuar los beneficios para cada rango de edad. Por otro lado, también se demostró que los más jóvenes sienten menores niveles de calidad de vida, lo que puede significar mayores necesidades y mayores estándares.
El concepto de trabajo flexible es amplio, pero tiene directa relación con la calidad de vida de los trabajadores. Es un hecho comprobado, la gente más contenta y motivada genera un valor agregado adicional, contribuye al aumento de la productividad y a mejorar el clima, por lo que más allá de la cantidad de horas, hay que enfocarse en buscar la estrategia de beneficios y facilidades para lograr el objetivo e impactar de manera positiva en la calidad de vida de los colaboradores.
Gonzalo Hernández
Director Comercial de Sodexo Beneficios e Incentivos