Ante ese escenario socioeconómico adverso es que, sin mediar compasión, incrementaron sus planes a través del GES en más de un 50%.
Luis Felipe Vergara
PHD, académico ISP-UNAB
Recientemente nos enteramos que las Isapres, aprovechando la generosa Ley que hoy las ampara, decidieron de manera unilateral, incrementar sus plantes de salud a través del seguro para prestaciones del Auge, comúnmente llamado GES (Garantías Explícitas de Salud).
Los argumentos del sector para este incremento aún no llegan, pero sí es claro que las alzas se incrementaron en un 50,3% promedio. Lo paradójico es que cuando uno observa los resultados de la industria confirma que siguen siendo extremadamente generoso, el año 2018 rentaron sobre el 19% bastante alejado de nuestra realidad país.
Chile está creciendo por debajo del 3%, el empleo no mejora, el sector productivo está contraído, la dependencia petrolera nos golpea y la salud sigue en un espiral de disconformidad, tanto de los pacientes como de sus mismos profesionales, no es casualidad lo que hoy se vive en la ex Posta Central, donde los médicos han levantado la voz en un pedido de auxilio ante la carencia de insumos para practicar su profesión de manera digna.
Ante ese escenario socioeconómico, es que las Isapres, sin mediar compasión, incrementaron sus planes a través del GES en más de un 50%. Es importante tener en consideración que dicho costo es fijo y no depende de la renta del afiliado, lo que significa que aquellos con menos ingresos se verán más afectados en relación a su sueldo, incrementando la brecha de desigualdad entre los trabajadores y que nos tiene como el segundo país más desigual de la Ocde.
Frente a este escenario, vuelven a aflorar los fantasmas de aquellas reformas a la seguridad social impuestas por la dictadura: las AFP no logran cumplir con las expectativas de pensiones dignas y las Isapres, porque con los años su relación precio/cobertura se distancia de la ciudadanía.
El gobierno, como es de esperar, reclama por esta alza, sin embargo, nada más hace al respecto. Quizá sea el momento de que se empoderen de su rol y exijan cambios sustanciales al sistema privado de salud y cuando se habla de asumir un rol mayor, se espera que éste no quede en palabras de molestia ante la prensa, como la petición del Presidente Piñera para bajar el reajuste cobrado por las autopistas, que llenó titulares y hasta el día de hoy sólo ha quedado en eso.
Es bueno recordarle al mandatario que, aunque él está en Fonasa, como la gran mayoría de los chilenos de ingresos bajos, eso no quita que parte importante de la clase media y a quienes ha dirigido su discurso, sufren en carne propia estas alzas desmedidas.
Con ello no apelo a un Estado que busque estatizar la seguridad social, como algunos plantean, sino a que nuestras autoridades velen por una sociedad más justa y equitativa, donde la clase media, que representa cerca del 80% de la población y lleva muchos años siendo golpeada por alzas en servicios, salud, combustibles, etc. tenga un respiro en su dañada economía familiar.