El mundo de la ciencia tiene espacio para emprendimientos de sorprendente diversidad, como es el caso de los arqueólogos de la Universidad de Hawaii, con la peregrina idea de recuperar los perfumes usados por los antiguos egipcios, un objetivo que parece de poca proyección, pero al cual han tenido la genial ocurrencia de agregar que ese tipo de aromas pudo haber sido usado por la legendaria Cleopatra y que tal vez contribuyó a que tanto Julio César como Marco Antonio cayeran rendidos ante sus encantos, una posibilidad que cambia completamente el impacto de la investigación.
Para lograr la recreación de estos aromas, los investigadores, han excavado durante años en la antigua ciudad egipcia de Thmuis, en el delta del Nilo, un asentamiento que vivió su auge durante el período ptolemaico. Allí han obtenido muestras de las vasijas de perfumes que se usaban en los tocadores de las bellas de la ciudad.
Aunque no es seguro que Cleopatra usara esta fragancia, ya que la reina poseía su propia fábrica de perfumes, el poder seductor de esos aromas podría ser igualmente devastador, basta con recordar el famoso incidente cuando la reina, antes de acudir a la cita con Marco Antonio en Tarso, hizo rociar las velas de su barco con tanto perfume que el general romano supo, antes de verlo, que el navío real estaba acercándose a puerto, una experiencia mortal para un soldadote bastante poco sofisticado y acostumbrado a juntarse con seres menos perfumados, Cleopatra tuvo el encuentro ganado antes de llegar y Marco no se recuperó jamás de tamaña experiencia.
Es de esperar que a estos científicos no les vaya bien, puede que el mundo no esté preparado para las consecuencias.
PROCOPIO