Persona mayor, adulto mejor

30 de Julio 2019 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Raphael Sierra P.

El Instituto Nacional de Estadísticas indica que en Chile las personas mayores superan las 2.800.000 habitantes, equivalente al 16,2% de la población. Asimismo, establece que el 55,7% de la población con 60 años o más corresponde a mujeres, mientras que el 44,3% a hombres. El estudio muestra que el 16,5% de la población mayor corresponde a personas que superan los 80 años, por lo que es posible anticipar un escenario de requerimientos de servicios más complejos, dada la mayor carga de enfermedad, discapacidad y dependencia que los individuos presentan a esa edad.

En cuanto a las regiones con mayor cantidad de personas con 60 años o más corresponden a la Región Metropolitana con más de un millón, lo que representa un 15.4% de la población. Le sigue la Región del Bío Bío con un total de 352.637, lo que equivale a un 16.8%. Así, nuestro país ha pasado de tener, en el año 2002, una población de personas mayores que representó un 10.8% del total nacional a un 16.3% del total del país. (INE, 2018).

Recientemente, el Presidente Sebastián Piñera anunció una ley que establece atención preferente de salud para adultos mayores y personas con discapacidad, todo ello dentro del programa denominado, “Adulto Mejor”, que busca aliviar y mejorar su calidad de vida, otorgando un tratamiento preferencial.

En respuesta a lo declarado, es relevante retardar la dependencia y promover la autonomía de las personas mayores. En materia de Política Integral de Envejecimiento Positivo 2012-2025, el Envejecimiento Positivo es un proceso tendiente a fomentar las condiciones que transformen a los mayores en personas saludables, integradas y felices. Por ello, es trascendental contar con programas de actividad física, nutricionales y de estimulación cognitiva, de tal manera de contrarrestar o minimizar las pérdidas de independencia en la realización de las actividades en la vida cotidiana, contribuyendo a mejorar los niveles de percepción de calidad de vida y disminuir los índices de fragilidad.

 

 Dr. Cristian Luarte Rocha
Facultad de Ciencias de la Educación
 Universidad San Sebastián