Opinión

El eterno retorno en la pantalla chica

Por: En el Tintero 30 de Julio 2019
Fotografía: Dark | Netflix

La idea del tiempo circular y del eterno retorno fue formulada por primera vez en occidente por los estoicos, que planteaban una repetición del mundo en donde éste se extinguía para volver a crearse. Bajo esta concepción, el mundo era vuelto a su origen por medio de una conflagración donde todo ardía en fuego. Una vez quemado, se reconstruía para que los mismos actos ocurrieran una vez más en él.

La idea fue retomada en el siglo XIX por Nietzsche en su libro Así habló Zaratustra, y masificada en el cine y la literatura durante el siglo XX por un sinfín de autores. Uno de ellos, el checo Milan Kundera, reflexiona en las primeras páginas de La insoportable levedad del ser: “¿Cambia en algo la guerra entre dos Estados africanos si se repite incontables veces en un eterno retorno? Cambia: se convierte en un bloque que sobresale y perdura, y su estupidez será irreparable”.

Hoy, ya bien cerca de entrar a la tercera década del siglo  XXI, el testimonio en esta posta parece haber caído en manos de la televisión. Hoy vuelven a fascinar las ucronías (basadas en el “qué hubiera pasado sí…); la posibilidad de viajes en el tiempo y la consiguiente chance de modificar el presente y el futuro alterando las bifurcaciones del pasado; o simplemente los grandes traumas que se repiten cíclicamente por esa incapacidad atávica de aprender de nuestros errores. Recomendaciones hay varias, pero si se quiere una notable que conjugue con precisión de relojero todos estos tópicos, la referencia obligada sería la serie alemana Dark, original de Netflix._No habrá spoilers aquí, solo la encarecida recomendación de una serie brillante. Por esta vez, para este columnista el eterno retorno tomará la forma de un sofá, una copa de vino y un control remoto que solo se ocupará para subir un poco el volumen.

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