Opinión

¿Desastres naturales o desastres humanos?

Por: Diario Concepción 06 de Julio 2019

Cien milímetros de agua caída en Concepción en 36 horas tienen hoy como consecuencia saldos de cientos de personas damnificadas, anegamientos en diferentes sectores, y declaración de alerta por parte de autoridades. ¿Debiera ocurrir eso en una ciudad que históricamente ha presentado altas precipitaciones anuales?

Consideremos que las precipitaciones actuales son inferiores a las que teníamos hace 50 años, cuando los bosques nativos no habían sido reemplazados por bosques de explotación forestal, y que actualmente tenemos un déficit anual de precipitaciones que ya no es transitorio, sino estructural. Es decir, llueve menos que antes y la escasa lluvia, que debiéramos recibir con agradecimiento, se transforma en “desastre natural”.

¿Qué ha ocurrido en 50 años para que una ciudad lluviosa no se comporte adecuadamente ante las lluvias?

La respuesta no es tan compleja como la hacen aparecer medios y personalidades políticas: No hemos respetado, en la planificación urbana, la naturaleza fluvial de la ciudad. Nuestra ciudad es y ha sido siempre, lecho de dos importantes ríos, el Andalién y el Bío Bío; ríos que son efluentes de sistemas acuíferos subterráneos que afloran en lagunas y humedales que se prodigan en Concepción y sus alrededores, albergando además ricos ecosistemas.

Son estos humedales, deltas de ríos y zonas inundables, desvalorizadas por la miope ley de mercado por no ser rentables, las que han sido adquiridas sistemática y sostenidamente a bajo costo por inmobiliarias, rellenadas, construidas y comercializadas, con la anuencia de autoridades y reportando pingües utilidades a los inversionistas de tan visionario negocio. Pero con ello se taponan los cursos del sistema de evacuación fluvial de la ciudad, cual una trombosis en el sistema circulatorio.

Así, la escasa agua que el ciclo natural nos regala, no encuentra sus cauces naturales de escurrimiento y evacuación. La ciudad se inunda por todas partes, las familias resultan damnificadas y en lugar de la alegre sucesión de estaciones y ciclos naturales, tenemos desastres.

Entre las competencias transversales con las que son formados profesionales y técnicos de la Universidad Técnica Federico Santa María, está la Responsabilidad Social y Ética, la que entre otros tópicos compromete a los egresados a actuar con respeto al medio ambiente y la sociedad, en coherencia con el legado testamentario de don Federico Santa María Carrera. Así lo exigen los tiempos actuales, por nuestro bien, el bien del planeta y el de las generaciones venideras.

 

Sergio Hernández Aravena
Docente del Dpto. de Construcción de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Concepción

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