Las antinomias del PS

27 de Junio 2019 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Diario Concepción.

Danny Gonzalo Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned

No corren buenos tiempos para el Partido Socialista, aunque para ser justos, los problemas actuales por los cuales atraviesa la colectividad constituyen una manifestación más de la descomposición ética a la cual se ha llegado en materia política.

Al respecto, cabe preguntarse en qué momento comenzó o se perdió la orientación en el Partido Socialista, en otras palabras, en qué momento las banderas de la reivindicación social, la lucha contra las injusticias, la desigualdad, el abuso, el situarse del lado de aquellos que más sufren, la lucha junto a los trabajadores y el otrora pueblo quedó archivada en el olvido o peor aún, en la carpeta de algunos burócratas, lobbystas y operadores. De seguro no existe una sola respuesta para aquello, lo que sí se puede aseverar es que el Partido, al igual que otras colectividades, comenzó un proceso de descomposición política, donde la consecuencia y la coherencia fueron reemplazados por aquello que Bauman denomina la política liquida o la poca solides en la defensa de los postulados y principios.

Relacionado con lo anterior, el problema del Partido Socialista es sin lugar a dudas ético, de valores y principios, los cuales han sido violentamente trastocados o están en una franca decadencia. Aquello se ha trasladado al quehacer político, a la práctica política, es decir a la forma de hacer política, donde ciertos principios como la honestidad y la transparencia están supeditados a las componendas y acuerdos que deciden algunos o quienes tienen mayor capacidad para mover las redes de poder e influencia; por lo tanto, cuando lo ético queda supeditado a la mala práctica política, el paso a la mediocridad, corrupción y desintegración es muy delgada, por no decir irreversible.

Un claro ejemplo de lo que hemos señalado en líneas anteriores tiene que ver con los temas que mueven o han movido y tensionado al Partido. Si otrora la discusión y el debate estaba sujeto por ejemplo al tipo de Estado y sociedad que se quería construir, bien al rol del partido en la sociedad o formación de sus cuadros, incluso qué tipo de revolución se quería, hoy las motivaciones e intereses parecen estar puestos en las luchas internas (hoy llamados lotes), la discusión de morondanga y de baja estofa, el rol que cumplen los operadores, el poder de los lobbystas y por estos días la influencia del narcotráfico en las elecciones.

Finalmente cabe señalar un punto no menor para situar las cosas en su justa dimensión. Una cosa son aquellos dirigentes que tienen sumido al partido en una de sus crisis más importantes y otra ese amplio y variopinto mundo de militantes y simpatizantes socialistas decentes y honestos que a pesar de todo lo acontecido, siguen enarbolando las banderas del socialismo chileno y la herencia de aquellos viejos cuadros dirigentes.