Ricardo Gouët Bañares
Presidente de la Cámara de la Producción y del
Comercio Bío Bío
Para nadie es un misterio que una de las principales dificultades de nuestras ciudades está en los desplazamientos. Rutas que colapsan con facilidad, generando congestión, retrasos y una mala calidad de vida para las comunidades.
Concepción y sus comunas aledañas no están ajenas a esta realidad y es, de hecho, cada vez más patente la necesidad de trabajar en políticas y potenciar proyectos que modifiquen esta condición.
Hace poco menos de un año, la Cámara Chilena de la Construcción comenzó a levantar necesidad que Concepción tiene de un sistema de transporte interconectado, cuyo núcleo estaría en el proyecto de un metro que una y transporte de manera eficiente y segura, a pasajeros entre los distintos puntos del Gran Concepción.
Con el paso de los meses, el proyecto de metro, que en un comienzo fue desechado de manera categórica por las autoridades de Transportes, ha cobrado tal fuerza que formó parte de los anuncios presidenciales de la última Cuenta Pública. ¿Cuál es la razón de este cambio? Las respuestas pueden ser muchas: un buen liderazgo gremial para promoverlo, las necesidades reales de mejorar la conectividad en la zona, una buena estrategia comunicacional podría esgrimir algunos; sin embargo, creo que esta iniciativa apela a emociones más profundas e inconscientes.
La idea de un metro para Concepción se ha transformado en un proyecto transversal de quienes vivimos en Concepción y sus alrededores, cuya ejecución beneficiaría a todos de igual manera, sin colores políticos ni egos personales, pues nos permite fijar el objetivo en el bien común para nuestros vecinos. Se trata de un proyecto que será usado por nuestros hijos y nietos, y por lo mismo, trabajar para él, perpetúa la esencia de hacer ciudad.
Esa sensación fue la que nos dejó el desayuno organizado por Diario Concepción, Hotel Pettra y la CPC Bío Bío, encuentro en que empresarios, autoridades, académicos, gremios y vecinos de las comunas por donde el metro circularía, se refirieron a él. Cada uno, con una mirada complementaria a la otra. Visiones integradoras que nos muestran que, como región, podemos ser promotores de nuestros proyectos y desafíos, y enfrentarlos con la altura y la colaboración de todos.
Un metro para Concepción tiene como principal eje nuestras emociones regionalistas, que trabajamos en algo que nace desde nosotros, que tras definir si es pertinente que circule por vía aérea o subterránea, de cuáles serán las estaciones e incluso de donde podrían provenir los recursos para su ejecución, nos convoca, nos reúne y nos proyecta. Concretarlo no es tarea sólo de un gremio o de una autoridad, es tarea de todos.