Opinión

La casi inaudible llamada vocacional

Por: En el Tintero 28 de Abril 2019

Si nos ponemos a leer las razones por las cuales los jóvenes, bueno, la mayoría de ellos, elige una carrera, es porque ésta le da la seguridad de ganar mucha plata, secundariamente, o una distancia aún mayor, se ubica ese tenebroso asunto de la vocación, que para los tiempos actuales suena más a epifanía mística, a llamado de regiones insondables y misteriosas para algunos elegidos.

No es extraño, el proceso de descubrir la propia vocación es muy complejo y no es igual para todas las personas. Para algunos parece existir desde siempre, desde muy temprano en la infancia, una atracción o un vínculo con una determinada disciplina, en contraste con otros que no sienten nada de aquello y que pueden perfectamente llegar a la mitad de sus vidas preguntándose la razón del porqué se encuentran dónde están y si, efectivamente, están donde deberían. La orientación vocacional, hecha por otros, no es una receta certera, ya que, considera determinadas características y no logra llegar a conocer, dado el poco tiempo que se dispone, los aspectos fundamentales de cada persona.

Aunque la opción que se adopte no sea en rigor aquella para la cual se supone cada uno está predestinado, la formación universitaria tiene precisamente esa condición, si es realmente universal, el profesional formado tiene innumerables salidas en su proceso formativo, una enorme capacidad de adaptación para ajustar sus capacidades a sus deseos más sentidos, a su voluntad. El o la estudiante de la universidad no está en un nicho estrecho e inescapable, depende de su propia formación, mientras más buena, mejor, para asegurar el debido cumplimiento de sus sueños, estar feliz con lo que se hace.

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