Opinión

Vivir en una ciudad a escala humana

Por: Diario Concepción 31 de Marzo 2019
Fotografía: Diario Concepción

Álvaro Ortiz Vera
Alcalde de Concepción

Concepción se levanta hoy como la capital del sur de Chile en variados ámbitos. Caminando hacia la década desde que viviéramos el terremoto más destructivo de la historia, la ciudad se reactiva gracias a la resiliencia de sus habitantes en un proceso de reconstrucción que hoy sigue dejando deudas. Una de ellas es el Puente Bicentenario.

Al asumir la alcaldía, con el apoyo de las universidades de la zona y junto con los líderes sociales, elaboramos el Plan Estratégico 2030, en el que plasmamos una visión sentida y compartida: Concepción debería tener un desarrollo a escala humana en donde las “obras” son herramientas, instrumentos y no objetivos o propósitos en sí mismos.

Observo esto porque ante la situación actual que enfrentamos respecto de la conexión de este viaducto con una vía elevada, según la decisión ya tomada por el Gobierno, nos permite retomar esa reflexión y enriquecerla.

Es necesario un diálogo sobre la ciudad que queremos quienes vivimos en ella día a día y lo primero es identificar correctamente el problema a resolver. En este caso ¿se trata sólo de construir la OBRA puente? ¿O el problema a resolver es cómo mejorar la calidad de vida de miles de ciudadanos que se desplazan de norte a sur para conectarse con su hogar, su lugar trabajo o sus centros de estudio? ¿Cómo enfrentar la congestión vial y urbana que convierte nuestras ciudades en un caos? ¿Cómo nos ocupamos del rescate urbano eficiente y eficaz del territorio borde río, donde también habitan muchas familias que no quieren quedar aisladas, para integrar la ciudad con su afluente hídrico que también constituye un potencial turístico y urbanístico?

Estos elementos son los verdaderos objetivos a considerar, por tanto, la terminación del puente con su debida conexión para que sirva a los fines de los habitantes del Gran Concepción debe responder a esos aspectos del desarrollo a escala humana y a una visión integradora de la vida urbana.

Por lo tanto, quiero invitar a pensar y diseñar sobre objetivos y no sobre obras, sobre lo que queremos y aspiramos como personas y como ciudad y que las obras sean un instrumento, un facilitador de ese desarrollo y no un soporte de cemento y fierro como fin último. Como alcalde estoy disponible para rediscutir diseño sobre esta base y sobre estos objetivos.

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