Mujeres con ciencia

Para una mujer, consolidarse con éxito y reconocimiento justo en cualquier área dominada preferentemente por hombres, es una tarea siempre cuesta arriba. La ciencia, a pesar de ser un mundo por esencia creativo, inquieto y en eterno cuestionamiento de su entorno; tampoco se escapa de esta tendencia.

Lise Meiter, una de las descubridoras de la fisión nuclear, es el emblema de aquello: en 1944 su compañero de laboratorio por más de 30 años, Otto Hahn, se llevó el Nobel por aquella investigación y Meiter -a pesar de sus 48 nominaciones- nunca recibió ese justo reconocimiento. En 115 años de historia, este galardón ha sido entregado a 833 hombres y a 49 mujeres; de las cuales sólo 17 pertenecen al área de ciencias.

Abrir espacios de equidad es una difícil cruzada, pero tengo la fortuna de estar en una universidad cuyo sello ha sido abrir espacios para las mujeres en la ciencia y en la academia. Ejemplo de ello fue cuando en 1943 Corina Vargas se convirtió en la primera Decana la Universidad de Concepción, siendo la primera latinoamericana en ocupar ese cargo. Actualmente, carreras como química y farmacia, bioquímica o bioingeniería, están ocupadas en una proporción 50/50 entre hombres y mujeres.

Estamos en una época donde hay desafíos por miles y para ello es necesario abordar el problema desde el origen, evitando estereotipos que limiten a las nuevas generaciones. Decirle a una niña que las mujeres son malas para las matemáticas o a un niño que no debe hacer tareas del hogar, va creando en ellos un sesgo que impedirá su desarrollo pleno. Debemos plantar en sus mentes la semilla de la motivación, de la curiosidad, de su natural inquietud por conocer cómo funciona el mundo y, sobre todo, dar las mismas oportunidades. Frenar sus habilidades por un sesgo cultural es un crimen que no debemos seguir cometiendo como sociedad.

Corregir en la academia es más complejo, pero no imposible. Debemos abrir oportunidades, dar su justo valor a las personas y otorgarles la libertad de escoger lo que quieren hacer. sólo así lograremos romper barreras y entregar igualdad de condiciones para que todos, equitativamente, podamos cumplir las metas que nos propongamos.

Dra. Soraya Gutiérrez Gallegos
 Decana de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC