Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

¿Qué podrían tener en común el reclamo de los penquistas respecto a los serios problemas de conectividad, del transporte público y de la baja inversión en el biotrén con el clamor de los becarios de Conicyt por la falta de recursos? Sólo la respuesta del poder central de una falsa falta de recursos.

Cada año se escuchan quejas de los investigadores que desarrollan las tesis para optar a sus títulos de doctor o magister por la falta agobiante de recursos. Este año, 241 becarios reclamaban no contar con los beneficios complementarios para finalizar sus estudios y publicar sus resultados. Las cifras no son claras, pero faltan como 2.000 millones de pesos en un presupuesto de 340 mil millones.

Por años nos han dicho que el presupuesto público esta “apretado” y no hay más dinero para mejorar el transporte en muchas regiones que lo requieren en forma urgente. Los estudios para extender el Biotrén son lentos, porque nadie quiere poner el dinero. Las extensiones a Tome, Lota o a cualquier lugar donde será necesario son de inversiones menores, pero muy rentables. La ampliación de la ruta 160 ha sido un escándalo. Pero chocamos con una defensa de los recursos fiscales que es falsa.

Unas cifras como para darle sentido al tema. El presupuesto fiscal el año 1999 era de 14.000 millones de dólares. El año 2019 será de 73.500 millones de dólares. En 20 años este presupuesto ha crecido cerca de un 7% real anual, muy por sobre el crecimiento de la economía. Y las grandes obras son todas concesionadas.

Otras cifras. La ley SEP, una brillante idea para apoyar a los estudiantes con más carencias, repartirá este año 822 mil millones de pesos. Una verificación de una muestra relevante indica que un porcentaje alto de estos recursos no se utiliza y han abultado las cuentas corrientes de muchos municipios, llegando, incluso, a cifras sobre el 40% del presupuesto anual. Saque cuentas.

Para mejorar el transporte en regiones se creó la ley espejo del Transantiago. El Fondo de Apoyo regional administrará este año 400 mil millones, de los cuales, el 20% servirá para comprar depósitos a plazo. Existen dineros empozados, más de US$ 500 millones, rentando 0% real y no se usan en proyectos rentables, como por ejemplo la ruta 160 o un metro para Concepción.

La administración financiera del Estado es pésima. Recursos en cientos de programas que nadie controla y que en muchos casos se usan sólo para hacer estudios millonarios que no sirven nada más que dar pega a los amigos y no para implementar cambios o mejoras. ¡Hay recursos que pomposamente llaman Compra de títulos o valores y por los cuales el país se endeuda!.

Es urgente la oficina parlamentaria de control presupuestario. Se requiere mejor planificación , pero, por sobre todo, se requiere que dejemos de comernos el dinero y hagamos las inversiones para dar el gran salto.