
En la esquina de las calles Los Carrera con Pelantaro se encuentra un conjunto de edificios construidos a finales de la década de 1940 y entregados en 1950. Desarrollados por la Caja de Empleados Particulares, estos edificios implicaron una renovación del sector aledaño, brindando una nueva imagen a la calle Los Carrera que ya, en ese entonces, daba luces de un potencial ensanche.
La manzana en que están emplazados estos bloques de departamentos, reúne muchos referentes de arquitectura histórica, siendo vecina de este conjunto la población obrera Lorenzo Arenas Olivo, en la esquina de Maipú con Pelantaro, uno de los primeros referentes de agrupaciones de casas para la clase trabajadora penquista.
En estos momentos, los edificios Empart están siendo intervenidos con uno de los programas de mejoramiento a condominios, el que involucró una serie de cambios que evidencian la ausencia absoluta de criterio histórico y de apreciación de los detalles que hacen tan singular a la arquitectura.
Estos bloques perdieron sus cubiertas de tejas siendo reemplazadas por unas plásticas, los muros fueron coloreados con un tono prácticamente estandarizado del Serviu y, para colmo de males, añaden estrías horizontales sin mayor sentido estético, alterando la composición austera de la obra original. Estos edificios, conocidos en sus inicios como “colectivos”, son un ejemplo claro de aparición de soluciones de vivienda colectiva luego del terremoto de 1939, sumados a otros casos como la Diagonal Pedro Aguirre Cerda y las poblaciones Lorenzo Arenas, Bío Bío o Sarmiento.
Para finalizar, una observación extra, en la comuna de Ñuñoa por avenida Grecia, existe un proyecto de similares características que hoy está declarado Monumento Nacional en la categoría Zona Típica en que se valoró la idea de conjunto, además de aspectos sociales y arquitectónicos. Modificaciones como las hechas en Concepción serían simplemente impensadas en la versión santiaguina de este proyecto.
Luis Darmendrail Salvo