Se debe beber agua en forma periódica y no tomarse un litro de una vez por tener mucha sed.
Edison Hormazábal
Coordinador de Nutrición y Ejercicio
Coordinador de Gestión y Negocios
Nutrición y Dietética Universidad del Desarrollo
El adecuado nivel de hidratación es de vital importancia para mantener un óptimo desempeño de nuestro organismo en todas sus funciones biológicas. Las necesidades de agua y electrolitos son tan esenciales que las podemos comparar con las de nutrientes y energía por parte cada una de nuestras células.
Estructuralmente, nuestro cuerpo en la vida adulta es 65% agua, que está principalmente almacenada en la masa muscular (unida a las moléculas de glucógeno en nuestros músculos).
Mantener el cuerpo bien hidratado es fundamental por varios aspectos. Primero, es la regulación de la temperatura corporal, y además mantiene la volemia y osmolaridad para transportar oxígeno, regular la presión arterial y aumentar el flujo de sangre hacia la piel. Igual participa en la remoción de desechos y toxinas, y es importante para reponer el glucógeno muscular post ejercicio: contribuye en la recuperación posterior a cuando realizas actividad física o deporte.
El principal riesgo para la salud de no estar bien hidratado, sobre todo en climas muy calurosos y más aún cuando realizamos actividad física es el golpe de calor, es que nuestro organismo no es capaz de disipar en forma eficiente todo el calor que absorbe y que produce por efecto metabólico.
En el caso de la deshidratación, el principal riesgo es sufrir un golpe de calor y sus consecuencias más graves son a nivel del sistema nervioso central que puede producir un desmayo (lipotimia). Imagínate que vas en bicicleta a 30 kms por hora y te desmayas, todas las posibles consecuencias que esto puede implicar.
Lo otro también muy grave es que hay una relación directamente proporcional entre temperatura corporal y frecuencia cardiaca: la misma situación anterior, ya sea que practiques ciclismo o running cada vez que la temperatura corporal aumenta en 0,8° celcius. La frecuencia cardiaca sube en 10 latidos por minutos, eso es una consecuencia que si no logramos controlar sube el riesgo de sufrir taquicardia mientras practicamos deporte en verano y no estamos bien hidratados.
Para hidratarse de forma adecuada, lo primero y fundamental son los horarios: debes beber agua en forma periódica y no tomarte un litro de agua una vez que tienes mucha sed. Recuerda que la sed es un indicador muy tardío del estado de hidratación, y si vas a hacer deporte, por lo menos, se recomienda que unas dos horas antes comiences a hidratarte en pequeñas cantidades 100 a 150 cc por hora.