Opinión

Un encuentro para la comunidad

Por: Diario Concepción 26 de Enero 2019
Fotografía: Cedida

Christian Schmitz Vaccaro
Rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción

La realización del segundo Congreso Futuro Bío Bío el pasado 16 de enero tuvo dos elementos que quisiera destacar con especial atención: uno fue el enorme trabajo colaborativo que estuvo detrás de esta nueva versión regional, y el otro, el gran desafío en torno a una profunda pregunta que no puede dejar a nadie indiferente: ¿qué especie queremos ser?

Formularnos una pregunta como ésta, no sólo refleja que hemos recorrido un extenso camino de desarrollo, sobre todo en el último siglo, en ámbitos tan variados como amplios: la tecnología, la ciencia, la industria, el transporte, la salud, la innovación, y tantas otras disciplinas.

Esta pregunta tiene también un fuerte componente ético: qué especie de ser humano queremos ser. Apela a nuestra mente y a nuestra alma, para que conjuguemos nuestra inteligencia, creatividad y capacidad de desarrollo con lo más profundo de nuestra razón de ser: conservar lo humano en el mundo, en relación a los demás y con nosotros mismos.

Ser una especie, es ser parte de un delicado ecosistema de relaciones entre los organismos vivos. Nuestra especie, como las otras, es una criatura, pero para nosotros los creyentes, el ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. El ser humano posee emociones, valores y razón. Así, tiene esta capacidad de generar procesos creativos a su escala -positivos o negativos, con aciertos o errores-, que hemos podido observar a lo largo de la historia.

En este siglo XXI, los procesos de desarrollo se suceden con gran velocidad. Estos cambios han sido más acelerados de lo que estuvimos alguna vez acostumbrados, pero los más jóvenes viven con naturalidad los saltos tecnológicos de la actualidad. Hoy, accedemos fácil y rápidamente a la información, tanto que no muchas veces no alcanzamos a discriminar entre la información valiosa y la falsa, ni somos conscientes de cómo nuestros datos están también a disposición de grandes empresas tecnológicas o incluso terceros Estados.

Estas ideas son parte de la agenda de la discusión social, no obstante reflexionar en torno a nuestro futuro es y debe ser un ejercicio constante -sobre todo para los centros de pensamiento y de generación de conocimiento-. Esta acción debemos acompañarla del foco antes referido y que es central: el sentido de humanidad.

Haber tenido la oportunidad de reflexionar en torno a qué especie queremos ser, en nuestra querida ciudad de Concepción, no es casualidad: este Congreso Futuro fue fruto del espíritu colaborativo entre la Universidad de Concepción, la Universidad del Bío Bío y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, de la mano con el Gore, y que persigue potenciar nuestro rol como universidades regionales. La gran asistencia que convocó, demuestra que nuestra comunidad está ávida de más espacios como éste, que promuevan la reflexión filosófica, que como ciudad universitaria, nos permite pensar qué queremos para nosotros y para el desarrollo de nuestras comunidades, desde la Región del Bío Bío, con nuestra realidad.

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