A propósito de las alzas sostenidas de la tarifa en microbuses y una reciente en el biotrén, además de la idea de un metro para Concepción, se hace necesario levantar propuestas en torno a este elemental servicio.
La reinyección de 10 mil millones de pesos para el transantiago en la idea de evitar el alza de tarifas ha sido recibida como un balde de agua fría para las regiones, especialmente para el Gran Concepción, donde el servicio suma $70 en un año sin respuesta de la autoridad; en palabras de la ministra de Transporte, Gloria Hutt, estos recursos no son susceptibles de ley espejo.
Los usuarios también critican malos tratos, falta de frecuencia y deficiente higiene en las micros, estas son urgencias que el Gobierno debe atender, dado que el servicio es bastante caro para presentar estas deficiencias.
También es preocupante que existan sectores de Concepción, como Barrio Norte y Santa Sabina, que pasadas las 23 horas quedan sin locomoción colectiva, incluso, hay barrios que ni siquiera cuentan con un medio de transporte que los deje a menos de 300 metros de sus casas.
Una de las propuestas de fondo es modificar la ley 20.378 que crea el subsidio para el transporte público, dicha reforma debe apuntar a asegurar que los recursos en regiones sólo se inviertan en fortalecimiento de la calidad de transporte público a través de subsidiar la operación de los servicios, financiamiento de la infraestructura, gestión de flota y los medios electrónicos de pago en la idea de ir avanzando hacia un transporte urbano sostenible y de calidad que merecemos los penquistas.
Rubén Muñoz Galdámez
Secretario
Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Concepción