Viva la Vida

21 de Diciembre 2018 | Publicado por: Diario Concepción

Como un fiel reflejo de los signos de los tiempos, un gran letrero en una avenida principal de Concepción, un letrero promueve la venta de departamentos con una provocativa imagen que muestra una pareja que mira con ternura y felicidad a su precioso “vástago”, que ella tiene en sus manos y se lo muestra a él. Ambos sonríen con ternura entre un corazón en rojo que transmite el gran amor que comparten los tres. Lo chocante de la imagen es que no se trata de un niño, sino de un perro.

Signo de nuestros tiempos porque ese letrero muestra muy bien el actual momento de nuestra historia con su cultura frívola, que vive del instante, de la levedad, del placer efímero, de los “amores líquidos”; una cultura en la que realidades tan profundamente humanas, como matrimonio y familia, se han desvanecido dando paso a un mundo precario, provisional, ansioso de novedades, egoísta, materialista y agotador.

La Iglesia dice no a esta cultura y, como experta en humanidad, levanta su voz autorizada y valiente para denunciar esta cultura del descarte, en la que no tienen cabida los niños, los ancianos, los enfermos, los inválidos y los débiles de cuerpo y mente, porque ellos demandan mucho tiempo y dinero, un tiempo y un dinero que nadie parece estar dispuesto a gastar sino en sí mismo. En el hogar se prefiere tener un perrito o un gatito, antes que un niño llorón o un viejo lleno de achaques. Es fuerte decirlo así, pero es así.

Pero no debemos dejarnos llevar por el pesimismo. Como un fiel testimonio de que el hombre posee un corazón grande y generoso están esas instituciones como el Hogar de Cristo que acoge niños y viejos pobres y abandonados; María Ayuda que hace lo suyo con niños y adolescentes maltratados y abusados; El Pequeño Cottolengo a niños, jóvenes y adultos con severas deficiencias intelectuales y corporales, Fundación Paternitas que vela por la reinserción de quienes han delinquido; Fundación Santa Clara que se ocupa de los niños con VIH. Ahí está, para proteger el inicio de la vida la Fundación San José apoyando a mujeres en conflicto con su embarazo y ahí está Fundación Las Rosas que, en el término de la vida, es la antesala al cielo de cientos de ancianos pobres y enfermos.

Toda vida y toda la vida vale la pena. ¡Viva la Vida!

Abelardo Gpnzález Alvarado
Presidente del Consejo Regional
Fundación Las Rosas