Buscar algo para poder escribir

21 de Diciembre 2018 | Publicado por: Procopio

Tenemos griegos para rato, los estados griegos, ciudades estado, algunas riquísimas y famosas, muchas de ellas perdidas en la historia, hace tanto tiempo, que cuesta imaginar cómo fueron al mirar las ruinas de rocas y fragmentos de columnas entre el pasto reseco, con sol brillante, en una colina sin otro ruido que el viento.

Se puede elegir una, como ejemplo de aporte, una ciudad en la Jonia, las colonias griegas justo al frente, en la costa occidental de Asia Menor, al otro lado del mar Egeo. La más al sur era Mileto, la mayor y la más próspera, con dos puertos excelentes que acabarían cegados por sedimentos que llegaron a hacerlos impracticables hace dos siglos.

Hoy día, viajar en avión desde la provincia de Aydin, Turquía, donde estuvo Mileto, hasta la capital del antiguo Egipto, toma aproximadamente una hora, pero entonces, en el siglo VIII a.C., era un viaje larguísimo, por mar o por tierra. Nada del otro mundo para los ambiciosos milesios, que recorrían esa ruta regularmente, trayendo a Grecia oro, metal que no suele perder prestigio, e ideas, las cuales tienen un valor harto más variable. Sin embargo, la idea de usar el papiro, una planta que crece abundantemente en la orilla del Nilo, para algo más que hacer techos, somieres o cestas, resultó tener un impacto insospechado para los inventores originales.

Los milesios se llevaron a casa un material suave, delgado y enrollable sobre el cual se podía escribir, asunto de poco interés si no hubiera asuntos que registrar, pero para los griegos esto fue la novedad del año, desde mediados del siglo octavo antes de Cristo, se empezaron a aparecer por todo el mundo griego registros comerciales, tratados sobre todos los temas posibles. Sea en papiros, papeles o pantallas, la cancha estaba rayada.

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