Deporte inclusivo frente a la discapacidad

Eduardo Reinoso
Académico Kinesiología Ucsc

Acabamos de vivir como ciudad uno de los encuentros deportivos más importantes en cuanto a la inclusión. El pasado martes 23 de octubre, se desarrolló la tercera versión de las “Olimpiadas Inclusivas de Atletismo 2018”, organizadas por el departamento de la discapacidad de la municipalidad de Concepción, en conjunto con la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), donde contamos con la participación de profesores y estudiantes de la carrera de Kinesiología.

El evento, que albergó a más de 100 deportistas pertenecientes a diferentes organizaciones y escuelas especiales de la provincia, tuvo un total éxito y buena acogida por todas las partes que protagonizaron la cita.

Esta positiva respuesta de las llamadas “poblaciones especiales” nos habla de la importancia y necesidad que viven nuestros niños y jóvenes en situación de discapacidad, de tener espacios de desarrollo deportivo, recreación, socialización, o el simple hecho de compartir sus experiencias.

Hoy en día, la mayor parte de la población es sedentaria, y más aún, cuántas personas en situación de discapacidad logran realmente poder ser deportistas. Nos encontramos en un período de desarrollo industrializado que ha obligado a las personas a realizar cambios negativos con respecto a la conducta alimentaria y la actividad física. Estos indicadores negativos a raíz de la poca ejecución de ejercicios son aún mayores en poblaciones especiales. Las personas en situación de discapacidad son muy sensibles a la inactividad física.

La falta de espacios de recreación, de implementación y barreras arquitectónicas, sumadas a la sobreprotección y desconocimiento de los daños y beneficios del deporte, convierten automáticamente a nuestros niños y jóvenes en personas propensas a manifestar alguna perturbación en su salud a causa del sedentarismo.

Si bien hoy en día existen organizaciones y fundaciones enfocadas al deporte inclusivo, el mensaje de hacer ejercicio físico debe ser con el objetivo de poder ampliar estos espacios a actividades físicas para todas las personas con y sin discapacidad, compartiendo con toda la comunidad y no siendo necesario ser un deportista de alto rendimiento perteneciente a alguna rama paralímpica para lograr cambios y beneficios en los estados de salud.

Es por esto que nace la necesidad de remarcar lo importante del deporte inclusivo y adaptado en el desarrollo de las personas en situación de discapacidad, sobre todo a edades tempranas. Entre más pronto nuestros niños y jóvenes vivan experiencias deportivas inclusivas, mayores serán los beneficios.

Esto se debe a que existe una relación directa entre el sedentarismo y el incremento de la edad, este fenómeno que es directamente proporcional, es sumamente importante en la población infantil, ya que son quienes están con mayor disposición a realizar actividad física y obtener logros en relación al propio deporte y su salud.

La invitación es a colaborar de manera constante para que la inclusión sea posible, que la práctica del deporte en espacios públicos y de recreación sean realidades cada vez más comunes, y para ello nosotros mismos debemos educar a las personas menos sensibilizadas con el tema.