Los atractivos sueños anárquicos

Se responsabiliza a la clase política de no lograr mejor justicia, de no repartir mejor las rebanadas de la torta, ante tanta cosa que no parece marchar con la dirección ni la velocidad adecuadas, se plantea la salida de la violencia, y también el desgano, la inercia, insinuar que es mejor el gobierno de nadie, con rayados en los muros se pide que no haya represas, ni gas en conductos, ni antenas de celulares, ni forestales, el regreso al Edén, pero celular en mano.

Es posible que muchos de los jóvenes que escriben airados carteles, que exclaman frases incendiarias, que describen situaciones inaceptables, se sorprendieran al saber que no están habiendo otra cosa que repetir consignas antiguas y no pocas obsoletas.

Es cierto que el espectáculo que han ofrecido los políticos a la ciudadanía no ha sido particularmente atractivo, dadas las circunstancias, ha habido más oportunidad que antes para mostrar errores de procedimiento, se ha visualizado maniobras de corto alcance, deslealtades, giros bruscos de convicción, negociaciones para conseguir nuevos alineamientos, en fin, el lado un tanto sórdido de la política en apuros, pero, por otra parte, hay también políticos trabajando arduamente en las defensa de sus postulados, genuinamente interesados en hacer las cosas bien, son esos los que deben inspirar a los jóvenes desencantados o abúlicos.

Puede haber una nueva oportunidad, debería ser un desafío a enfrentar reconquistar al numeroso y respetable público, portarse ejemplificadoramente bien, hacer fracasar la profecía de más de lo mismo y recuperar la fe en la alta administración pública, que la cara de la política se vuelva hacia la gente. No se ve fácil pero la esperanza es  lo último que se debiera perderse.

PROCOPIO