Era 27 de febrero de 2010 y, antes que todo se moviera, Fernando González le gana el primer set a David Ferrer en Acapulco. En la final esperaba Juan Carlos Ferrero y, aun perdiendo, el nuestro se ponía otra vez Top Ten. El “Bombardero” cedió la segunda manga 6-0 y, finalmente, el partido. Minutos más tarde, la tierra se ensañaría con Chile zamarreándolo todo y, curiosamente, nunca más un chileno jugaría semifinales de un torneo ATP 500. Nunca más, hasta Nicolás Jarry.
Sí, el “Flaco” de casi dos metros que emergió hace unos años por ser nieto de Fillol y llegar a la final de Roland Garros junior junto a Garín. No eran González con Massú, pero parece que había recambio y se acababa el ratoneo en esas zonas americanas que nos habíamos malacostumbrado a ignorar en la Davis. Sí, el “Flaco” que debutó por Chile con 18 años perdiendo un dobles contra República Dominicana prometía sin decirlo sacarnos del presente triste de nuestro tenis.
Pasó por La Tortuga, ganó oro panamericano y se llevó uno que otro challenger en tierras vecinas. Tenía cosas, pero le faltaban unas cuantas. Nos ganaba la impaciencia y la necesidad de que otra raqueta nos hiciera trasnochar o despertar temprano para verlo codeándose con los de verdad. Porque echamos de menos a Ríos aunque hoy hable estupideces, extrañamos a la dupla de oro y nos sentimos lejanos a Federer cuando llora por otra victoria. Ya no hay partidos que lo relacionen con uno de los nuestros que no sea una leyenda retirada. Y Jarry, calladito, clasifica a tres de los últimos Grand Slam, más allá de caer siempre en primera ronda. No había un chileno ahí desde el US Open de 2010.
Pero no gana y “chuta, parece que no es González”. Por eso lo suyo en Río de Janeiro llama la atención. Un chileno ganándole a un Top 20 después de 9 años. ¡Nueve años! Tanto tiempo ha pasado desde que éramos buenos en esto y no le sacamos partido. ¿Se planificó algo para tener recambio o estos chicos salen porque se las arreglan solos y trabajan duro?
Silencioso, ahí está “el otro Nico”, derrotando a Albert Ramos (19 del mundo) y a Pablo Cuevas (33 del ATP), llegando a semifinales y cayendo con el argentino Schwartzman, que anda prendido. No había ningún canal nacional transmitiendo y por internet supimos que peleó el primer set para perderlo por 7-5. Después no pudo. Como sea, subirá cerca del puesto 70 y nos hace creer que en un tiempo más podemos jugar un repechaje de Grupo Mundial si alguien lo acompaña. Pensar que Federer no está tan lejos y quizás juegue con uno de los nuestros antes de retirarse. Nos invita a trasnochar viendo tenis, a sentirnos como hace 10 años. Es que ha pasado mucho tiempo… De verdad que éramos buenos.