Por: Claudia Hurtado
Abogado
La visita del Papa Francisco a Chile inevitablemente, nos trae a la memoria la visita de S.S. Juan Pablo II a nuestro país el año 1987. No sólo se trataba de la primera y única vez que un Sumo Pontífice visitaba Chile, sino además las circunstancias políticas, sociales y económicas que vivía nuestro país eran distintas.
Para quiénes tuvimos la posibilidad de vivir esa experiencia, hoy podemos darnos cuenta que el Chile de hoy es bastante distinto al Chile de esos años.
Por cierto, los avances tecnológicos hoy nos permiten conocer minuto a minuto los preparativos del viaje. También vamos a tener la posibilidad de seguir minuto a minuto sus actividades apostólicas, en las tres regiones de nuestro país.
Con una mirada distinta podemos conocer algunas otras diferencias. Por ejemplo, uno de los temas importantes para la definición de las políticas públicas tiene que ver con las decisiones que se adoptan para mejorar la calidad de vida de las personas y disminuir la pobreza. Ese año la cantidad de personas que se encontraban en situación de pobreza alcanzaban al 45,1% de la población, una situación que fue objeto de preocupación y trabajo en los últimos treinta años. Precisamente esa preocupación nos permite recibir a la máxima autoridad de la Iglesia católica con una situación que aún nos preocupa, pero que por cierto ha evidenciado avances. Según los resultados de la última CASEN hoy el Papa Francisco se va a encontrar con que el 11,7% de los ciudadanos chilenos se encuentran en esa situación. Lo esperado de su visita es que ese pueda colocar ese tema como una de las prioridades de nuestro país.
Seguramente, nadie ha observado que la tasa de natalidad de esos años era de un 22,4 por cada 1000 habitantes. En cambio, la tasa de natalidad del Chile que recibe a su Santidad hoy, corresponde a que de cada 1000 habitantes nacen 13,7 niños. Por su parte la expectativa de vida de ese entonces, era de 69,2 años para los hombres y de 75 años para las mujeres. Ambas cifras han aumentado y hoy nos encontramos con una esperanza de vida de 80 años para los hombres y de 85 años para las mujeres.
En materias económicas, la inflación de ese entonces era de un 21% en tanto en los últimos años esa cifra ha disminuido significativamente, bordeando el 6%, con las consecuencias que ello conlleva en la vida de los chilenos.
Chile ha cambiado, incluso hay menos personas que se declaran católicos. Hay también un problema de valores que han sido relativizados en los últimos 30 años.
Un Chile distinto recibe al Papa Francisco, una gira diferente en muchos aspectos, un país que hoy vive otra realidad política, social y económica y que probablemente, pudo haber estado influenciada por la visita del Papa Juan Pablo II y por esa frase en la que nos dijo “”No tengáis miedo, ¡de mirarlo a Él!”
Hoy a treinta años de esa visita, que para muchos es un recuerdo importante, podemos afirmar que el Chile, que recibió en su primera visita al primer Jefe del Estado Vaticano que visitó nuestro país en los años 80, es muy distinto al de hoy.
Somos muchos los que esperamos que la tercera visita que un líder de la Iglesia Católica realice a nuestro país, nos permita mostrar un Chile más avanzado y desarrollado, al mismo tiempo anhelamos poder recibirlo en nuestra Región del Bío Bío.