Opinión

Nuevas razones para dar abrazos

Por: Procopio 30 de Diciembre 2017

La ciencia está de moda, es muy importante ser sabio y científico, tener uno cerca es de muy buen ver y, como nunca, incluso son invitados a frecuentar los mejores círculos y a dar conferencias sobre, lo humano y sobre lo divino, no importando demasiado su específico ámbito de conocimiento, todo eso a pesar que algunas de su investigaciones son más bien peregrinas

Una que alcanza niveles estelares es aquella en la cual un investigador alimentó a conejos con dietas altas en colesterol. En todos los aspectos los conejos eran iguales, edad, color, peso, todo lo que pudiere equiparase en los susodichos conejos, con  una notable excepción, que era el motivo del estudio, el cariño, o sea, en todo igual, menos en la cantidad de cariños que recibió un grupo de ellos, que era acariciado con mucha frecuencia por el investigador, en contraste con los otros tratados con indiferencia. Al final del experimento los conejos regaloneados tenían un  50% menos de arterioesclerosis que los otros conejos, faltos de cariño, altos en colesterol.

Sin pretender ofender a nadie, los primos cercanos de nuestra especie, monos de diferentes tipos parecen absortos en prestarse socorro táctil los unos a los otros, tanto el dispensador de cuidados, revisando a su prójimo meticulosamente, como el objeto de tan concentrada atención, están sumergidos en una experiencia total, delatando que el afecto es una cortina de protección.

Menos mal que en este país somos abrazadores y besadores, no hay que mirar en menos esa, a veces más que entusiasta, actividad social, puede que tenga impacto en nuestra salud mental y muy posiblemente en todo el resto de la salud. Con el fin del año y los abrazos entusiastas de parientes y amigos puede que quedemos más sanos que antes.

 

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