Opinión

Saber perder

Por: Diario Concepción 22 de Diciembre 2017
Fotografía: Diario Condeza

Por: Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Explicaciones del porque Guillier perdió pueden remontarse al inicio de la campaña. No olvidemos que Andrade pedía “dotar” al candidato de contenido; no hubo primarias con Ricardo Lagos y se atacó sistemáticamente a la DC, único nexo que tenían con el centro político.

Después se sumó la idea de que no existía programa y se terminó con las ya memorables frases del propio Guillier que ayudaron a movilizar fuertemente a los votantes del contendor. No era fácil, porque además nunca supo él resolver el dilema al interior del conglomerado, porque darle al Frente Amplio era quitarle a la DC y los estrategas creyeron que con guiños mal diseñados y con frases copiadas de un manual de la década de los 60 se podría tener a todos contentos.

Pero ya habrá tiempo para que los partidos de la NM y de la izquierda en general puedan evaluar que pasó, porque perder una elección es parte de la vida democrática, aunque obviamente perder por paliza es aún más doloroso y debe llamar a una renovación que implique proyectarse mucho más allá de los próximos comicios municipales.

En lo que si conviene detenerse unos segundos es en la reacción de los malos perdedores que usan y abusan de la cobertura excesiva con que cuentan. Guillier es un caballero decente, pero no era el mejor candidato, y mucha responsabilidad deben asumir aquellos que lo elevaron y después hicieron poco y nada por apoyarlo. Y definitivamente es algo irracional y enfermizo el que algunos sectores del PC y de otros partidos ninguneen y traten de idiotas a los votantes del ganador o que asuman su condición de oposición en un tono violento y reiteren la mala broma de que el candidato perdió, pero las ideas que ellos propusieron triunfaron.

Tampoco puede pasar piola el rol protagónico del Gobierno a partir de los resultados de la 1era vuelta, declarando al mundo que había dos grandes ganadores: el gobierno y las reformas, ya que “el pueblo” se había expresado por una continuidad de ellas. ¿Y 4 semanas después deberíamos pensar que ni el modelo ni las reformas son valoradas? La intromisión del Gobierno perjudicó a Guillier porque nunca supieron que mucha gente votó contra el Gobierno en primera y segunda vuelta.

A días de la batalla electoral pareciera razonable que los actores políticos guarden silencio, vivan el triunfo y la derrota con humildad y traten de no justificar lo injustificable a riesgo de quedar como limitados intelectuales. Lo que ellos llaman “el pueblo” ya se pronunció, algunos votando y otros no, todos ejerciendo un derecho contemplado en las leyes; y se pronunció no por cambiar nuestro país por otro, sino que la mayoría quiere un cambio en la forma en que se gestiona el Estado.

El legado, la trascendencia de las reformas, el pasar a la historia son asuntos que solo están en las mentes de unos pocos, el resto quiere seguridad y tranquilidad cualquiera sea el gobierno de turno.

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