Opinión

Iluminación

Por: Diario Concepción 09 de Julio 2017
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Porter T.

Un fantasma recorre Chile: el fantasma del idiota que nada sabe y nada entiende.

Desde la TV, políticos desprestigiados nos tratan a los chilenos como ineptos, incapaces y que nada hemos entendido sobre lo que sucede en nuestro país. Intelectualoides de cerebros mesiánicos que dicen y creen saberlo todo, aparecen nuevamente en un Chile polarizado por pésimas políticas con soluciones mágicas para todos los problemas de los habitantes de este país.

Publican tardíamente programas que no leen e implementan mal. Los más extremos se sujetan a ideas obsoletas y con ninguna aplicación decorosa en país alguno del mundo.

Otros, jóvenes elitistas, no saben que los ideales que proponen han quedado sin sustento filosófico, político, social y económico al caer el muro de Berlín y la Unión Soviética.

El actual gobierno ha hecho crecer el Estado y las personas que trabajan en él, en forma poco criteriosa. Además de aumentar el número de parlamentarios, que no se necesitan, ha iniciado reformas mal diagnosticadas, mal esbozadas y peor implementadas y cuyo sentido profundo es que los chilenos no somos capaces de cuidarnos a nosotros mismos ni a nuestras familias, no tenemos la capacidad de dirigir instituciones sin que el Estado esté presente hasta en la cocina.

Cientos de asesores y operadores políticos que pululan por Ministerios, empresas estatales y  área estatal general tratan de convencernos que el Estado es magnífico con una tozudez desesperante, incluso la prensa ha sido obsecuente con esa conducta, pese a que constantemente vemos desastre tras desastre.

Algunos ejemplos, los chilenos desde hace años arrancan de la educación municipal hacia la particular subvencionada y la autoridad hace reformas ideológicas sin considerar mejoramiento de la calidad y sin saber realmente la causa que provoca este cambio; sólo recordar el desastre del Transantiago; lo increíble del Sename que da para una acusación de notable abandono de deberes; dijeron que el déficit fiscal bajaría a 0% el año 2018 y entregarán la presidencia con más de un 3% de déficit, una tremenda mochila para el próximo gobierno; nos han convencido que van a descentralizar el país y el avance es prácticamente cero; sobre delincuencia y narcotráfico, que solo aumentan; sobre crecimiento económico, el gobierno con crecimiento más bajo de los últimos años; elevando la deuda pública y dejando unos irresponsables gastos comprometidos mayores a la capacidad de financiamiento; muy poca preocupación por las mayorías, se hace más caso a minorías gritonas que logran recursos en desmedro de las reales necesidades y urgencias; reforma de la educación superior que a nadie deja contento, retiran el proyecto y presentan dos proyectos separados que luego tramitan en una descriteriada sesión de 23 horas de duración y nadie contento de nuevo ; satanización del lucro por uso de recursos públicos en una confusión entre derecho, bien económico y justa compensación, digno de ignorantes; han hecho caer la productividad por tres años consecutivos, nunca visto desde los años 60; para qué seguir.

Lamentable que además les pagamos sueldos altos, que crecen más que el promedio nacional, con nuestros impuestos para que hagan estas brutalidades.

Chile puede ser un país desarrollado con un muy buen nivel de vida de calidad para todos, tenemos personal capacitado que debe tomar el mando de la política, logre resultados en el corto, mediano y largo plazo y que coloque los incentivos adecuados donde se necesite.  Queremos líderes que se atrevan a decir que no cuando corresponda y no meros administradores y malos que miran el corto plazo, la próxima elección o el ¿cómo voy ahí?. Votemos bien y no le creamos a los vendedores de humo por mucho marketing moderno que exhiban.

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