Opinión

Vamos a caminar mirando el suelo

Por: Diario Concepción 08 de Julio 2017

Era de prever, tan pronto la muy noble ciudad de Concepción decidió unirse a las iniciativas para rescatar a los poseídos por la tecnología, se levantaron los críticos de siempre, sin pensar que la Perla del Bío Bío no es la única en ver la luz, en este caso, la luz en el suelo.

La ciudad alemana de Alsburgo  debió instalar semáforos al ras del piso en algunos cruces de tranvía para alertar a los usuarios incapacitados para despegan sus ojos del celular, la decisión se tomó después de analizar fríamente los datos que advertían que el 17% de los peatones utiliza alguna tecnología inteligente mientras camina por la calle, absortos a la realidad. Un par de franjas de luces LED ubicadas en ambos lados de la vía se transformaron en una nueva indicación de tránsito: cuando se acerca un tranvía, las luces parpadean en color rojo.

No hacían otra cosa que copiar la iniciativa de  Bodegraven, una ciudad en el sur de Holanda, con una prueba piloto de  un sistema que ilumina con una línea roja o verde en el suelo el suelo, para intentar reducir el número de accidentes de tránsito que involucran a un peatón y su smartphone.

Adaptarse o quedar relegada en la evolución de las cosas, movió a la ciudad de Buenos Aires que ya tiene su primer semáforo para adictos al celular, no podía ser menos que la ciudad de Rosario con su propia cuota de “zombies” con  sus teléfonos inteligentes, pero no lo suficiente para advertirles que se juegan la vida.

En nuestra ciudad hay otras poderosas razones, guay de quien deje de mirar el suelo, le esperan las sorpresas de solevantamientos, depresiones, forados, irregularidades y grietas, es la ciudad de los transeúntes cabizbajos, semáforos o no semáforos a ras de piso.

 

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