Jorge Porter Taschkewitz
Hace unos años un Ministro de Hacienda decía que ahorraba en el tiempo de las vacas gordas para los tiempos de las vacas flacas, gracias al mayor precio del cobre. Vivimos en una región rica en recursos de 38.000 km2 y 2.000.000 de habitantes, más grande que Bélgica de 30.000 km2, que tiene casi 12 millones de habitantes y 4 veces nuestro nivel regional de ingresos por habitante. Tenemos mucho que mejorar, y es tiempo de entender que son más las cosas que nos unen que las que nos pueden separar.
El futuro que viene es complicado, la llamada Cuarta Revolución Industrial creará y destruirá empleos a una mayor velocidad que lo visto hasta ahora, para ello tenemos que ser más inteligentes y más rápidos que los otros.
En la región debemos adoptar acuerdos y objetivos base y entender que, por ejemplo y tal como lo dicen estudios serios, el crecimiento económico es por mucho la principal solución a la pobreza.
Paralelamente tenemos que modernizar el Estado regional con todo lo que la centralista y concentrada burocracia nos permita, aunque cruja. Tenemos que generar la mejor y más completa información que nos permita tomar buenas decisiones.
Preparemos un entorno regional ideal, entre todos, sectores público y privado, las universidades, las empresas, los medios de comunicación, la banca comercial, etc. para crear las condiciones óptimas que permitan invertir y generar más Investigación y Desarrollo, atraer inversionistas nacionales e internacionales, mejorar nuestra pedagogía y andragogía, terminar con la pobreza regional, mejorar los servicios de salud y la atención de menores y adultos mayores, pensiones incluidas y vivir todos más felices. Que se respire actividad, colaboración y ocupación por los mismos temas importantes compartidos.
Ya vemos que las élites no tienen ningún interés en traspasar poder a las regiones, y menos solucionar nuestros problemas.
Debemos anular el mito que usa la élite sobre ingresos esporádicos y costos permanentes y así paran utilizar parte de los recursos acumulados. Como nunca, tenemos cuantiosos fondos de los cuales el uso profesional de una parte de ellos puede generar nuevos recursos que tenerlos en instrumentos a plazo en el país y en el extranjero.
Siempre son flacas las vacas para alguien que vive en la pobreza.