Opinión

Opinión: "Final conocido", por Jorge Condeza

Por: Diario Concepción 06 de Marzo 2017
Fotografía: imagenPrincipal-5934.jpg

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Para los que no comprenden a lo que nos puede conducir la corrupción, esta semana fue un excelente ejemplo.

Piñera, en su estilo, le dice a los del bando opuesto que posiblemente tendrán que buscar trabajo ,  verbo, que según él, al menos una parte no sabe conjugar. Bonita forma de hacerse odiar. La contraparte no dio espacio a esta crítica, porque saben que la mejor defensa es el ataque y que la flojera está bien repartida entre ambos sectores políticos, pero mejor callados, y así el tema de las contratas y honorarios de amigos y parientes pasa piola.

Fue “su” respuesta a los ya reiterados y “canallescos” artículos divulgados de los casos Bancard-Exalmar  y Minera Dominga, asuntos de los que sabe y entiende menos el 1% de los chilenos. La molestia, al parecer, es porque se rompió el código que tiene la clase política, no tocar a la familia y a los family office, que suenan iguales pero que no son lo mismo.

Tu golpe y dos más, y aparece una comisión especial investigadora de los aportes a la campaña de Bachelet respecto a empresas constructoras brasileñas, asunto que ya es investigado por el Ministerio Público a raíz de extensas pesquisas que lleva adelante la justicia brasileña.

Y en esta pelea de perros grandes ya nadie usa la regla 45 del código de la política criolla: “dejemos que las instituciones funcionen”, porque justamente ahora, nadie quiere que las instituciones olfateen algo y descubran la gran trama de corrupción, tráfico de influencia, uso de información privilegiada, fraude y todo lo que conlleva el aprovechamiento de una posición de poder.

Lo indicado es el comodín 7: un mix de defensa corporativa y persecución política, que con decenas de escaramuzas buscan el empate y acallar todo, una especie de colusión implícita para que no se note que al final, están todos de acuerdo. Esto además se complementa con un rebaño de tontos útiles que siempre defienden lo indefendible casi cegados por su visión de cuasi secta político-religiosa.

Y mientras esto ocurre, delante de nuestras narices, la corrupción campea acrecentando la crisis de expectativas que genera más estancamiento económico. Los graves problemas financieros  en los municipios, dejados por los salientes; las numerosas denuncias de malversación en las fuerzas armadas, las Isapres que siguen subiendo los planes y las AFP que siguen marginando 60% o mas o la quiebra de Arcis y tantos otros asuntos , son problemas de segundo plano.

Todo lo visto ya está en los manuales y corresponde a la etapa mas critica de un proceso de hundimiento, con una masa impávida como telón de fondo, que finalmente solo reacciona para levantar al que sea, con tal de ganarle al resto y parar los asquerosos casos que vamos conociendo. El salvador final es siempre un populista.

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