Opinión

Opinión: "Refichaje o gol de media cancha", por Francesca Parodi

Por: Diario Concepción 16 de Febrero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-6350.jpg

Francesca Parodi
@franparodi

El Consejo Asesor Presidencial presidido por Eduardo Engel no nació de un deseo innato de los  partidos políticos por extremar sus medidas en el plano de la transparencia, sino, por el contrario, es la respuesta a casos de corrupción que vieron empañada nuestra fe en el sistema de partidos y en el funcionamiento de nuestras instituciones.

El trabajo de esta comisión no estuvo exento de polémicas, fundamentalmente por los partidos tradicionales, llegando incluso algunos políticos a cuestionar la competencias de Engel para dirigir el trabajo, lo que evidenciaba el temor a ver en peligro sus puestos de trabajo, ya que de “servicio” público poco va quedando. 

Tras su discusión en el Congreso se aprobó la Ley de Fortalecimiento de la Democracia y Partidos Políticos, que recoge una parte importante -pero no toda- de las recomendaciones hechas en la comisión.

En otras palabras, fueron los propios partidos políticos los que, a través de sus representantes, fijaron las reglas del juego del proceso del refichaje, medida necesaria para transparentar sus padrones de militancia y poder así ingresar al nuevo sistema de financiamiento público (que ya entró en vigencia el año pasado).

Sin embargo, mientras los incendios asediaban nuestro país, conocimos la petición de un partido para simplificar el proceso de refichaje, a pocos meses que termine el periodo legal para lograr las cerca de 18 mil fichas de militancia necesarias. La clave única de internet era demasiado engorrosa para lograr cumplir, por lo que un mail con fotocopia de carnet debería bastar para “acreditar de forma fidedigna su identidad”, tal como lo exige el nuevo sistema. Sin duda, un atajo que solo traerá suspicacias sobre la autenticidad del refichaje, y que olvida el objetivo de la ley de transparentar todo lo que rodee a los partidos políticos.

Sería injusto culpar de esta petición a un solo partido que dio la cara, porque tras esto está el silencio cómplice de la mayoría de partidos tradicionales, que se suman al ofertón sin pensar en las consecuencias que tiene esto para la credibilidad de la desgastada política.

Dicho de otra manera, estamos en el minuto 80 de un partido de fútbol con el marcador en contra y con pocas posibilidades de remontar el partido en los escasos minutos que quedan. Entonces, de repente, por que lo merezco, agrego un tiempo más al partido apelando a mi tradición como equipo y por supuesto a la importancia de mi subsistencia para este deporte. Bueno, aquí es lo mismo, solamente que el que está en el otro lado de la cancha no es otro partido político (tradicional o emergente), sino que toda una ciudadanía que mira incrédula el gol de media cancha.

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