Opinión

Grandeza y ocaso de la República

Por: Diario Concepción 11 de Febrero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-6460.jpg

La grandeza de Roma se incuba durante el período que se estableció, como sistema de gobierno, la República; modelo el cual, hoy en día, está plenamente vigente en gran parte de los países del mundo incluido Chile. En Roma se optó por establecer, en los territorios anexados al imperio, una determinada estructura administrativa de gobierno la cual, en muchas ocasiones, era diferente dependiendo de las características propias de cada provincia. Es decir, dividían administrativamente su territorio para gobernar.

El ocaso de Roma se inicia a partir del debilitamiento del sistema republicano, cuyos cimientos fueron socavados por la lucha entre ricos y pobres (patricios y plebeyos) y las rivalidades entre caudillos ambiciosos que se disputaban cuotas de poder e influencia.

En el chile de hoy, el sistema republicano enfrenta uno de sus momentos más complejos. La enorme brecha de ingreso que separa a los hogares y la captura de las políticas de gobierno a partir de la influencia de grupos de interés, son elementos que, al igual como ocurrió en el sistema político romano, están debilitando la institucionalidad del país.

Según datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional de 2015 (CASEN), hogares pertenecientes al primer decil autónomo nacional recibe en promedio un ingreso per cápita de $32 mil (moneda de noviembre de 2015); mientras que, el promedio para el ingreso per cápita del hogar del décimo decil, es 36 veces superior. Es decir, el poder adquisitivo en los hogares del país para el primer decil de ingresos, se compara con Liberia; mientras que, para el décimo decil, la comparación es más cercana a Japón.

En lo que concierne a la captura del gobierno, por parte de grupos de poder o interés, la opinión pública ha conocido de numerosos casos de ejercicio de influencia en decisiones de gobierno (por ejemplo, a través del financiamiento de campaña de parlamentarios en ejercicio). Al igual como ha ocurrido en la historia de la humanidad, el ejercicio de influencias para privilegiar intereses particulares, es extremadamente efectivo para debilitar la institucionalidad en un sistema republicano.

Es oportuno recordar que, el gobierno – cuya estructura institucional se conoce hoy en día – tuvo su origen en el propósito de encontrar una forma de asociación que defienda y proteja la persona y la propiedad de cada cual con la fuerza común de todos (Jean Jacques Rousseau). En la República de Chile, en cambio, el Gobierno se ha estado utilizando para beneficio de unos pocos y maleficio de otros tantos. Mientras ello ocurre, la inmensa mayoría de la población se encuentra equidistante de dicha coyuntura, pero viviendo en un sistema que le obliga a asumir el costo de transferir su esfuerzo en sostener dicha forma de gobierno.

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