Opinión

El gran plan

La gran confabulación no es planificada, es una situación autoinflingida y llegamos a esto cuando no tenemos a cargo a los mejores.

Por: Diario Concepción 23 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-6921.jpg

La gran confabulación no es planificada, es una situación autoinflingida y llegamos a esto cuando no tenemos a cargo a los mejores.

 

¿Quién envió la bomba? ¿Quién realizó el ataque incendiario? ¿Quién está detrás de todo esto? ¿No será mucho la coincidencia justo en la semana del inserto del gran gremio? ¿A quién interesa esta suerte de inestabilidad? ¿Será un grupo anarquista? ¿Será el Gran Hermano? Todas dudas que he visto escritas en las redes sociales y comentadas por gente a la cual reconozco ciertas capacidades intelectuales, pero que adoptan una postura tan radical, mostrando su corazoncito político casi ansiosos de participar activamente en lo que ellos creen confabulaciones de un más arriba que no logran identificar.

¿Hay realmente una confabulación orquestada con el fin de desestabilizar el país? Dudoso, ya que habrá en 10 meses una elección general. Pero algo existe en el ambiente que hace que la gente dude ante hechos quizás inconexos.

Ayuda a esta percepción, la sensación de aprovechamiento que nunca ha estado ausente en nuestro colectivo y que anima a la gente a comprar cualquier teoría conspirativa, porque los dueños del poder político y económico, han explotado tanto el sistema que movimientos minoritarios han logrado sembrar en el colectivo esa necesidad de un cambio extremo para que todo o casi todo parta de cero. Partiendo por el PC, el NO + AFP o partidos y movimientos liderados por tipos rupturistas como Boric cuyo discurso es gustador, cargado de rabia y disgusto, y que logra dejar al resto como gente insensible que no entiende como debiera funcionar el mundo. Pero no tienen tanto poder.

Y el terreno ha sido abonado por la ambición de políticos y empresarios que explotaron su oligopolio hasta mas no poder; y por la falta de gente que pudiera poner un párele a esto, creando los espacios para la ruptura, la duda y la gran confabulación. Unos han pretendido mantenerse en el poder para siempre y los otros ganar cada día mas mediante colusiones y eternos abusos a los consumidores. Han hecho concesiones, pero de papel. El fin del binominal que nunca fue. La regionalización o las primarias, todo aceitado por empresarios que no creen en la competencia.

Lo relevante, el común denominador, es el abandono de la gran política por parte de la gente decente, la que hace el aparato público y la que hace el sector privado, permitiendo que espacios relevantes, destinados a personas con capacidades intelectuales destacadas, sean ocupadas por pillos escaladores con baja capacidad intelectual y nula cultura, incapaces de prever ciertos problemas y menos decidir por el interés general, reduciendo sistemáticamente su actuar al interés de los camaradas, amigos o parientes que los pusieron ahí.

Etiquetas