Opinión

Encuestas y paradojas políticas

Por: Diario Concepción 12 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-7175.jpg

Puede que no gusten, pero las encuestas algo nos dicen. Si bien en el último tiempo han estado algo alejadas de lo que finalmente ocurre en alguna elección o consulta, gran parte de la dirigencia política saca sus propios dividendos o proyecciones de estas mediciones. 

Al respecto las últimas encuestas han señalado que dos serían los potenciales candidatos a competir por llegar a la presidencia, Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. Este último mostrando un incremento progresivo en cuento apoyo ciudadano, mientras que el empresario se mantiene primero en las preferencias, pero estancado.

¿Qué tiene Guillier que lo hace ubicarse en esta posición? Primero, es percibido como un hombre alejado de los partidos. Su calidad de independiente lo hace moverse con bastante facilidad a la hora de hacer frente a los cuestionamientos existentes contra los políticos y los partidos. Es decir un sujeto impoluto ante los actos de corrupción o malos manejos de la llamada "clase política". Segundo, Guillier construyó su carrera como un hombre verosímil y consecuente. Un periodista que generaba confianza y credibilidad a la hora de emitir algún comentario o entregar información. En tiempos donde impera la desconfianza, la credibilidad y consecuencia se han convertido en un valor escaso, pero al mismo tiempo apreciado por quienes están en busca de una persona que pueda canalizar sus desesperanzas y falta de certezas. Y tercero, los radicales han encontrado en Guillier aquella persona que después de años, por no decir décadas, puede representar sus anhelos de llevar un hombre próximo a sus filas a La Moneda. Mismos radicales que desde los 90 en adelante han quedado relegados a un segundo o tercer lugar al interior de la Concertación y Nueva Mayoría, incluso con riesgos de desaparecer del mapa político, hoy han encontrado a ese redentor que les permite seguir con vida. Eso sí, cabe señalar que el trabajo silencioso y discreto de los radicales les está trayendo dividendos en el actual escenario.

Lo paradójico de todo esto es que mientras Guillier se mueve como el más astuto de los políticos; es decir señalando ideas generales (escuchar y gobernar con la gente) y algunas ambigüedades, incluso algún dirigente político comentando que Guillier construirá su programa sin los partidos (que incoherencia), otros como por ejemplo Lagos o Atria que publican libros y buscan debatir temas de país, marcan muy poco o simplemente no figuran.

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