Opinión

Opinión: "Lo mismo de siempre", por Jorge Condeza

Por: Diario Concepción 09 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-7268.jpg

Jorge Condeza Neuber 
@jorgecondezan 

En cada cambio de mando en las municipales se descubren cientos de irregularidades, algunas se hacen públicas y otras se mantienen en el más absoluto secreto.

Se han conocido casos donde los alcaldes salientes han dejado “apernados” a sus colaboradores bajo pretexto de darles estabilidad laboral. Se denuncia que muchos de esos cargos corresponden a operadores políticos, parientes o amigos e incluso a personas que nadie nunca ha visto trabajar. Y como no saben quién es quién, hacen tala rasa y terminan pagando justos por pecadores sobre todo gente a contrata o honorarios, que por décadas han prestado un excelente servicio al municipio.

También es recurrente escuchar el serio problema financiero que les heredó su antecesor (siempre que sea antagonista político) y que significa, no solo disminuir gastos generales superfluos, sino que inversiones necesarias. Así se logra descubrir el “bicicleteo” que ha tenido la anterior administración, que enmascararon sistemáticamente las deudas mediante la contratación de nuevas, lo que normalmente significa mentir en los presupuestos siguientes, inventando ingresos que nunca ocurrirán o escondiendo facturas de gastos.

Lo que vemos es solo la punta del iceberg, porque el sistema municipal, con las excepciones naturales que todos sabemos, se ha convertido en un foco de corrupción cuya responsabilidad recae única y exclusivamente en las autoridades políticas. Hay en estas instituciones contratación de parientes, amigos y miembros de los partidos que tejen una red al interior de las instituciones favoreciendo que todo el sistema trabaje para sus propios fines. Este sistema de contrataciones alcanza a otras reparticiones del Estado cuando por ejemplo se trata de concejales que son “amarrados” vía un trabajo en otra institución pública o para parientes en la propia Municipalidad, reduciendo con ello la capacidad fiscalizadora del concejo. 

Todos estos personajes que entrar sin concurso o con sorteos arreglados, son enquistados en partes importantes de los municipios permitiendo que por ejemplo el sistema de compras no se vea entrabado o el sistema de licitaciones sea permisivo , perjudicando seriamente el uso de los recursos y la imagen institucional ante terceros y ante los funcionarios que tratan de cumplir con las normas.

Lo que vemos en los municipios es una contante transgresión de las normas, en muchos casos para que alguien obtenga un beneficio, acciones que en muchos casos se trata de encubrir activamente. Se ve sistemáticamente abuso de poder, sobre todo en el uso de recursos para campañas políticas, se ve tráfico de influencias, clientelismo político y favoritismo.

Disminuir estas prácticas es posible y la receta para partir es muy simple: no le teman a los corruptos, denúncienlos.

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