Opinión

Este año sí que lo logro…

Por: Diario Concepción 27 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-128.jpg

Llegamos a fin de año, culmina por fin un año lleno de experiencias y nos preparamos para darle la bienvenida a la nueva etapa, periodo en el que, generalmente, nos planteamos nuevos propósitos: queremos ser mejores, vivir de manera más sanos, ser más activos, más sabios, más felices. Pero muchas de estas intenciones se desvanecen junto con los fuegos artificiales una vez que termina la noche de año nuevo y somos presa nuevamente de nuestros hábitos y formas de ser, como si una fuerza misteriosa nos arrastrara una y otra vez a tropezar con las mismas piedras. 

No resultan claras las razones por las que una persona reacciona de una u otra manera. Pero lo que sí está claro es que a lo largo de nuestra vida vamos formando patrones mentales que provienen de nuestras experiencias vividas y que de manera inconsciente nos influencian y predisponen a responder de una forma determinada a los acontecimientos de la vida. 

Estos patrones y creencias recopilados, distorsionan nuestras percepciones de la realidad y disminuyen la posibilidad de abrirnos a nuevas alternativas y posibilidades de una vida más satisfactoria. Provienen, casi siempre, de los patrones de la educación recibida y de los modelos sociales asociados.

Como nos dice Tara Bennet Goleman, "es como ese ejercicio en el que se le pide a la gente que conecte nueve puntos dispuestos en tres líneas paralelas, sirviéndose solo de cuatro líneas, sin levantar jamás el lápiz del papel. Mientras trabajemos suponiendo que no podremos ir más allá de la zona marcada por los puntos nunca podremos ver la solución; ésta exige que las líneas salgan del cuadrado que forman los puntos". 

Lo mismo ocurre con nuestros esquemas mentales, nos impiden ampliar nuestra perspectiva, ver más allá de los condicionamientos sociales y experiencias anteriores y nos atan a deseos que mas tienen que ver con lo externo que con nuestra verdadera esencia. ¿Le ha ocurrido que se propone una meta y una vez alcanzada ésta no le satisface como lo había imaginado? 

Mientras no salgas del esquema predispuesto para mirar la vida y no te conectes con tu esencia interna, no te plantearás metas que vayan realmente de acuerdo con tu ser interior. El sólo hecho de proponerte pensar más allá de lo que te dicta el mundo externo es un buen primer paso para comenzar a ser consciente de tu prisión mental y dejar de repetir una y otra vez los mismos errores, pudiendo plantearnos objetivos que nos hagan sentir realmente realizados y auténticos como personas. 

Este año nuevo te invito a realizar un examen personal, mirándote con total honestidad, para descubrir lo que realmente quisieras lograr este 2017, obviando aquellas voces internas, que nos encadenan al "deber ser" alejándonos muchas veces del "ser". Atrévete a desafiar aquellas instrucciones firmemente arraigadas en tu pensamiento y a observarte a ti mismo atentamente, sin cuestionar ni intentar cambiar lo que estás observando, para luego aceptarte tal cómo eres y plantearte un propósito de año nuevo que te haga sentir realmente feliz y autorrealizado.

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