Opinión

Opinión: "Nos quedó grande el 2016", por Francesca Parodi

Por: Diario Concepción 22 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-239.jpg

Francesca Parodi
Presidenta de Evopoli Bío Bío

Es necesario que cada fin de año hagamos un balance de los aspectos relevantes que marcaron estos 12 meses, y la política no es la excepción. Tanto lo que se hizo como los asuntos pendientes son parte de este recuento, donde se aprecia una constante pérdida de sintonía de los sectores público y privado con la ciudadanía. 

El 2016 ha sido marcado por la profundización del descontento ciudadano con la política. El gobierno tocó fondo en las encuestas, principalmente por reiterados problemas de gestión. Por su parte, la oposición tampoco pudo capitalizar esa molestia y transformarla en una hoja de ruta clara que elevara su aprobación, a pesar del buen resultado en las municipales. Sumado a esto, el desempeño de instituciones del Estado en muchos casos perjudicó a los chilenos, por ejemplo con los errores en el padrón electoral, los problemas en la licitación de hospitales, la corrupción en el Departamento de Extranjería y, lo más lamentable, la situación del Sename.

Esto último a pesar de que el gobierno inició una reestructuración del organismo, dejando la idea de que el tema nos quedó grande. Por otro lado, los extensos paros no solo afectaron al país en términos económicos, sino que entorpecieron el servicio a miles de chilenos, lo que se hace más grave en el caso de los hospitales y centros de salud.

Pero no solo las acciones deliberadas tienen efectos en el país. La omisión es parte importante de la política de los gobiernos y reflejan la forma en que estos terminan relegando ciertos temas. De esta forma, la situación de violencia en la Araucanía, la provincia de Arauco o en Alto Bío Bío sigue siendo una omisión culposa de este gobierno, ya que solo se ha limitado a “condenar” los hechos sin hacer frente al problema con una estrategia planificada. 
Sin embargo, incluso de episodios nefastos se pueden sacar lecciones positivas, como ocurrió con el bullado caso de la muñeca inflable, donde pudimos ver que la mayoría de los chilenos condenó el hecho, demostrando un avance en cuanto a la concientización de la sociedad con las temáticas de género. 

Es lamentable terminar el año con un nuevo caso de colusión empresarial y no poder ser más optimista en el recuento político-económico. Lo bueno es que este nuevo año se presenta como una oportunidad de mejorar en las áreas donde no dimos el ancho. Para lograr eso, el sector público y el privado deben estar a la altura de los desafíos que enfrenta nuestro país, para que este 2017 los chilenos no se vean afectados por la acción ni por la omisión de las instituciones.

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