Opinión

Agenda para el desarrollo post 2016

En el ocaso del año, es necesario que el país tenga en cuenta que abandonar el crecimiento económico no es opción ni prioridad.

Por: Diario Concepción 09 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-606.jpg

En el ocaso del año, es necesario que el país tenga en cuenta que abandonar el crecimiento económico no es opción ni prioridad.

 

"El futuro que queremos para todos", es un informe que contiene las principales recomendaciones que el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas para la Agenda de Desarrollo Post 2015. Varios de los conceptos contenidos en dicho informe pueden ser de utilidad al momento de pensar para Chile, su Agenda de Desarrollo Post 2016.

El crecimiento económico ha sacado a millones de personas de la pobreza; también se han logrado avances tecnológicos importantes que han cambiado radicalmente la manera en que la gente se comunica, organiza, socializa, aprende y participa como ciudadanos de sus países y del mundo. Sin embargo, en Chile, a partir del año 2014, se relega el crecimiento económico como prioridad. El reciente dato del Imacec no minero de octubre muestra una caída sistemática del crecimiento de la actividad económica. En octubre de 2014 su valor fue de 1.8%, mientras que, para igual mes de 2016, la cifra llegó a 0.3%.

Crecimiento económico y equidad han sido históricamente divergentes. Mientras el país crecía se acentuaban las brechas en el ingreso y en el desarrollo humano y territorial. En los últimos 20 a 30 años, la política pública se concentró en las variables de crecimiento y pobreza, sin reparar en el creciente poder de pequeños grupos económicos que, aprovechando el escenario favorable a sus intereses, concentraron buena parte de la riqueza. El modelo neoliberal olvidó que, la libre competencia, es la base de sustentación de la eficiencia económica y el desarrollo social. Dicha omisión, permitió el reinado sin contrapesa de los modelos colusivos, con abundante generación de renta monopólica.

Bajo esta realidad, es inviable el progreso de Chile sin cambios en el actual esquema de desarrollo. En el ADN del alma nacional está el derecho a la propiedad y el goce, en beneficio propio o de terceros, de los créditos que genera la actividad económica. Construir el futuro en base al pragmatismo de la realidad e identidad nacional, es poner los cimientos sobre roca; la utopía ideológica y el voluntarismo, es colocar los cimientos sobre arena. 

En esta realidad, en el ocaso del año 2016, es necesario que el país redefina su Agenda de Desarrollo post 2016, para lo cual se requiere, al menos, que se tenga en cuenta lo siguiente: (1) abandonar el crecimiento económico como prioridad no es opción; (2) progreso, sin desarrollo humano y libertad individual, no es opción; (3) desarrollo social y económico, sin romper las barreras que permiten el encapsulamiento actual de los grupos que generan y se apropian de la riqueza, no es opción y (4) la integración sostenible del territorio, sin descentralización, no es opción.

 

 

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