Opinión

Opinión: "Atrevernos a ser independientes", por Pamela Espinosa

Por: Diario Concepción 06 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-687.jpg

Pamela Espinosa B.
Psicóloga, Magíster en Desarrollo Organizacional/
consultoradesafio.cl

Considerando relevante el informe de la Ocde respecto al nivel de Desigualdad en Chile, y sin dejar de subrayar la necesidad de lograr una mayor equidad interna y prácticas empresariales más evolucionadas, deseo reflexionar sobre un aspecto que influye directamente en los resultados económicos y de calidad de vida que tenemos y depende de cada uno de nosotros.

Me refiero a la actitud y la mentalidad con la que vivimos la vida, a la forma de mirar y afrontar lo que ocurre en el entorno. Hay un gran número de compatriotas en situaciones de pérdida de su fuente laboral que centran toda su energía en el resentimiento y la rabia, perdiendo energía valiosísima para crear  y reinventarse a sí mismo. 

Esta actitud de dependencia (o esclavitud), en la cual mi bienestar lo hago depender de alguien externo a mí, es una actitud que desempodera frente al verdadero responsable de los resultados de su vida: usted mismo. Puede ser el jefe, la familia o el país, pero sin duda hay un momento en el que le cedemos nuestro poder a las circunstancias externas. Sin embargo, una mentalidad independiente, resiliente, segura y orientada a objetivos es algo de puede y debe educarse.

Si nos damos cuenta, toda nuestra educación escolar y universitaria se centra en crear profesionales contratados y dependientes del sistema, con poca capacidad de autogestionarse y de verse a sí mismos como personas llena de posibilidades, y no exclusivamente determinados por la carrera profesional o la formación que tiene, sino que con la capacidad de administrar sus conocimientos en pos de la vida que queremos construir.

La educación que tenemos nosotros mismos y la que estamos dando a nuestros niños y jóvenes claramente debe actualizarse hacia un modelo que empodere a cada niño, joven y adulto para que si no encuentra el camino profesional o laboral que está buscando, se lo construya a sí mismo.

No quiero parecer simplista, pero como se dice: si de la torta que todos comparten quedan para ti solo las migajas, mejor cocina un nuevo pastel!

Conozco a tantas personas que se han hecho cargo de darse a si mismos lo que quieren, que no culpan a la empresa, al estado o al jefe por el tipo de vida que tienen, sino que son capaces de caminar con independencia, aportando al país conocimientos e impuestos, pero con libertad y claramente un mejor pasar económico que las personas dependientes de un sueldo injusto.

Un trabajador conforme económicamente, seguro de si mismo, independiente y feliz con su trabajo, puede hacer de nuestros procesos productivos fuentes de desarrollo potencial muchísimo mayores que un trabajador resentido y desmotivado.

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