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Desde hace mucho que el tema de la modernización del Estado se viene planteando por todos los sectores. Una tarea ineludible si Chile desea ser un país desarrollado económica, social y culturalmente.
El Estado implica el lugar común y básico que debemos tener para vivir en conjunto, respetando nuestras diferencias razonables.Este Estado lo acordamos entre todos para prosperar, vivir en paz, desarrollarnos a través de incentivos a la libre iniciativa y siendo solidarios con aquellos que van quedando atrás. Para ello hemos cedido el monopolio de la fuerza a ese Estado que tiene la obligación de defendernos y de dirigir e impulsar la solución de la pobreza, salud, previsión, educación y otras necesidades.
Hoy, el Estado es un botín de guerra de los partidos políticos. La corrupción, la dilapidación de recursos estatales y la ineptitud han llevado a que la gente se rebele votando con niveles inéditos de abstención.
Gran parte de la élite política ha olvidado las necesidades básicas y urgentes de la mayoría de la población, atendiendo esa élite sus propias necesidades como más parlamentarios y más financiamiento fiscal, y a las necesidades de minorías osadas, vociferantes y perseverantes que exigen más recursos fiscales para ellos, con caudillos mediáticos interesados en figurar y transitar hacia ser electos parlamentarios u ocupar puestos que les aseguren su zona de confort.
Así, hemos seguido haciendo picadillo a Chile para aumentar más puestos caros, no necesarios, de parlamentarios y de empleados públicos que se suman a la élite actual.
Chile necesita generar las condiciones para mejorar la confianza que haga volver las inversiones al país, así volver al crecimiento económico y a la creación de empleos de calidad y con remuneraciones razonables; debemos controlar la gestión de instituciones políticas y de políticos exigiendo que cumplan con sistemas de gestión de calidad de la política; debemos usar recursos para invertir y así cambiar, mejorar y modernizar las matrices productivas y sociales de macroregiones y poder generar más recursos.
Para avanzar, sugiero que los sectores políticos más votados y aquellos reconocidos por el Estado no incluidos en los bloques mencionados, elaboren cada uno su propuesta detallada del Estado modernizado que propone y desea alcanzar para Chile con metas, plazos, responsables y recursos para lograrlo. Que estas propuestas tengan una metodología básica para ser comparables y que esté listo y difundido al país al 30 de junio de 2017.