Opinión

Opinión: "Entre la deuda y el temor/pudor", por Danny Monsálvez

Danny Monsálvez Araneda @MonsalvezAraned

Por: Diario Concepción 03 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1598.jpg

Danny Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned

La literatura sobre la historia del Gran Concepción es amplia. El abogado Armando Cartes en su compilación sobre Bibliografía Histórica Regional da cuenta de la producción sobre nuestra región o ciudad, sin embargo en la citada obra se aprecia el vacío y deuda que tenemos desde el mundo de la academia con la historia política reciente del Gran Concepción, particularmente desde el campo de la historia.]

El problema no es menor, cuando algunos de nuestros alumnos quieren desarrollar sus investigaciones sobre los últimos 40 a 50 años de nuestra zona. Los escritos a la fecha se reducen a unos cuantos, destacando los aportes periodísticos y uno que otro desde la disciplina de la historia, sociología o literatura.

¿El motivo de aquello? Falta de fuentes, todo lo contrario, los registros de prensa, los testimonios orales, archivos personales e institucionales están disponibles para prospectarlos. La cercanía de los hechos, por lo tanto la mentada falta de “objetividad”, como si la historia fuera “objetiva”. 

Por suerte aquella viaja premisa de la distancia (temporal) para escribir la historia, ha quedado en el pasado y sólo algunos vetustos insisten en querer investigar la historia lo más atrás posible. Parece que el verdadero motivo por el cual aún se resiste escribir sobre nuestra historia política reciente es el temor o incomodidad de algunos a querer abordar temas sensibles, delicados o controversiales. Quizás porque sienten alguna responsabilidad, complejo o vergüenza de hablar y escribir de hechos y procesos de los cuales fueron participes y en su momento hicieron poco o nada para abordarlos, levantar la voz o ser actores cuando la sociedad lo interpelaba.

Por eso, se hace necesario perder el temor/pudor a nuestra historia reciente para de esa forma ir saldando una deuda que tenemos, no sólo con nuestra propia historia regional, sino también con quienes en un determinado momento o coyuntura fueron actores y protagonistas. Algunos de ellos visibles y en primera línea, y otros en el anonimato o invisibilizados por la vorágine y rapidez de los acontecimientos.

El mundo de la academia local, así como las propias instituciones encargadas de promover y patrocinar el cultivo de la historia regional/local, aún está a tiempo de saldar esta deuda con nuestra historia y memoria más reciente, no sólo con actividades esporádicas, sino constantes en el tiempo.

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