Opinión

Sí podemos

Por: Diario Concepción 01 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1672.jpg

La mejor receta para que un proceso de cambio sea logrado de manera eficaz, debe partir con un análisis objetivo de nuestras brechas, tener una conciencia clara y precisa de nuestras fortalezas y de todos los logros que hemos tenido anteriormente. Es equilibrar, más que centrarnos exclusivamente en las debilidades y lo que nos falta.

En nuestra ciudad y país hay innumerables historias de éxito y de trabajos bien hechos, así como también de cambios saludables implementados en la cultura chilena. En cuanto al consumo de alcohol, recordemos que la campaña tolerancia cero en sus inicios fue muy efectiva. De hecho los restaurantes, bares y pubs vieron afectados sus ingresos mensuales provenientes de su venta, ya que las personas comenzaron a preferir reunirse en su casa para disfrutar tranquilos y no tener que conducir. Sin embargo, perdió fuerza por la falta de mantención de la rigurosidad y los controles en las calles.

Direccionar la reflexión hacia nuestras fortalezas, después de un análisis a conciencia de nuestras oportunidades de mejora y de las brechas, nos prepara para encarar con confianza y seguridad los próximos pasos y cambios que necesitamos en la sociedad. Cada vez que acompaño a personas y equipos en procesos de gestión de cambio, quienes logran los mejores resultados son los que tienen una alta conciencia de las propias fortalezas y logros anteriores.

En términos técnicos, una de las teorías que respaldan es el concepto de "Indagación apreciativa", que tal como lo mencionó un colega psicólogo, es la capacidad para mantener la conciencia en nuestras fortalezas y no sólo en nuestras debilidades.

Las investigaciones sobre las personas que logran altos desempeños en sus disciplinas, coinciden en que estas personas tienen en común que recuerdan permanentemente sus éxitos anteriores más que los momentos en los que se equivocaron. Por el contrario, las personas y comunidades que presentan autoestima más bien baja y bajo poder de efectividad tienden a evocar, en primer lugar, las memorias de sus desaciertos y equivocaciones y se centran en el resentimiento y la crítica.

No nos olvidemos nunca del desarrollo y crecimiento que hemos tenido como sociedad, en pocos años hemos crecido desde muchos puntos de vista y si creemos en nosotros como país y ciudad, no me cabe duda que superaremos con éxito los cambios que necesitamos implementar como sociedad y como personas. 

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