Opinión

De abstención

Ojalá, aunque se ve más difícil, los partidos y los políticos no celebren estos resultados. Para todos fueron un fracaso.

Por: Diario Concepción 26 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1840.jpg

Ojalá, aunque se ve más difícil, los partidos y los políticos no celebren estos resultados. Para todos fueron un fracaso.
 

Desde hace mucho tiempo que la ciudadanía se ha mostrado en gran porcentaje desafectada de participar en la actividad política, tanto así que se decidió incorporar a todos los que teniendo derecho a votar no habían llevado a cabo el trámite de su inscripción, engrosándose significativamente el padrón electoral en millones, que pese a esto tampoco se han visto persuadidos para llevar a cabo este poder-deber de hacerse parte de los procesos electorales.

El asimilar el sufragio a un producto más del mercado, asumiendo que existe un "comercio electoral" que impone a los candidatos la obligación de "encantar" o "persuadir" a los potenciales electores para que concurran a las urnas, ofreciéndoles un "producto" atractivo. Algo así como un tarro en conserva o un yogurt, implica aplicar la lógica del "consumidor" y no del ciudadano al ejercicio de algo tan trascendente para el desenvolvimiento de toda institucionalidad y en especial para dotar de legitimidad a todo proceso democrático, como es el voto. 

Más aun cuando la "oferta" es tan mala, que el consumidor-elector decide abstenerse. Indudablemente que hay también pereza y falta de formación cívica. No estamos preparados, porque hemos sido educados para hacer y competir y no para ser y convivir, para constatar y asumir la importancia y la responsabilidad que tenemos todos en lo que ya es una crisis, de hacernos cargo de participar y decidir de manera diligente por quienes serán nuestros representantes. 

En una cultura como la nuestra, de momento, aparece como conveniente adoptar un sistema de inscripción automática y voto obligatoria. Si vivimos en comunidad tenemos que asumir las cargas que conlleva, y al menos hacernos el tiempo de sufragar de manera periódica. Obviamente que habremos de exigir a los órganos encargados de llevar estos procesos electorales que asuman los errores, que son normales cuando se trata de implementar algo nuevo, y aprender para evitar que vuelvan a ocurrir. 

Ojalá, aunque se ve más difícil, los partidos y los políticos no celebren estos resultados. Para todos fueron un fracaso. Son estas colectividades las que deben generar los espacios en los que se invite a pensar y no sólo sean para asumir posiciones "a favor o en contra", en las que priman las banderas sin contenidos y no las ideas, encontrándose sumidas actualmente en totalitarismos internos que tienden a posicionar partidarios, amigos y familiares en cargos, en lugar de hacer servicio público. 

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