Opinión

Sociedad inclusiva, justa y desarrollada

La falta de renovación, muy propia de una sociedad anclada en sus vicios y virtudes del pasado, nos ata al subdesarrollo.

Por: Diario Concepción 14 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-2140.jpg

La falta de renovación, muy propia de una sociedad anclada en sus vicios y virtudes del pasado, nos ata al subdesarrollo.

 

Construir una sociedad inclusiva, donde la justicia social y el crecimiento económico coexistan en forma armónica y virtuosa, ha sido la estrategia dominante en la visión de política pública, al menos en el papel. 

La praxis de dicha política, sin embargo, muestra otra cosa, en la cual prima la visión particular del modelo de sociedad. Por ejemplo, la inclusividad social queda en entredicho cuando se observa incongruencia en el actuar de la autoridad. Los actos públicos de gobierno están colmados de emoción, cuando se recuerda las violaciones a los derechos humanos ocurridos en el Chile de hace más de 30 años, lo que contrasta con la frialdad y distancia que la autoridad asume al momento de enfrentar los reproches sociales por su insensibilidad frente a los actos acción u omisión, de los organismos públicos, frente a su notable abandono del deber constitucional en proteger la vida de centenares de personas fallecidas que estaban bajo su cuidado y responsabilidad.

El reprochable comportamiento de la autoridad, sin embargo, es el reflejo de una sociedad que ha involucionado hacia el individualismo desenfrenado. Definitivamente, se ha atrofiado la capacidad de las personas para ponerse en el lugar de los demás. 

Al parecer, el yo inmanente ha ganado la batalla al yo trascendente. La visión particular del modelo de sociedad, domina sobre la visión de una sociedad inclusiva y amigable. Lejos de aprender de los errores pasados, Chile ha retomado el camino de las visiones particulares por encima del principio del bienestar social.

Pero este particular comportamiento de la sociedad chilena, no solo es patrimonio del país. Las visiones particulares de sociedad, han generado situaciones impensadas en el mundo actual. Basta solo observar el inusual grado de descalificación que se ha producido entre los aspirantes a conducir la mayor potencia mundial, Estados Unidos. Una paradoja si se considera que la grandeza de dicho país, se basó fundamentalmente en una sociedad inclusiva con cabida a un amplio abanico de visiones de sociedad.

Ad portas de una nueva elección presidencial en Chile, la falta de renovación de liderazgos, muy propia de una sociedad anclada en sus vicios y virtudes del pasado, dan cuenta de una enfermedad que, a nivel local, mantiene a Chile anclado al subdesarrollo.

Es por ello que, a quienes tienen la predisposición a imponer su visión particular de sociedad, se espera que sepan reconocer a tiempo que, de alcanzar su objetivo particular, están sepultando la sociedad inclusiva, más justa y desarrollada al que aspira la gran mayoría de los chilenos y chilenas.

 

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