Danny Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned
Las elecciones municipales son un buen momento para pensar y debatir la ciudad que se desea construir. Más allá de las frases de campaña, se espera que los candidatos planteen no lo que les gustaría realizar, sino la forma (vías, mecanismos) cómo harían o impulsarían los cambios para convertir la ciudad en un espacio amigable, acogedor, inclusivo, en el cual sus habitantes se sientan a gusto, pero sobre todo partes de una misma comunidad.
En ese sentido, cabe preguntarse si los habitantes de Concepción, se sienten identificados en cómo se ha construido la ciudad en los últimos años. Si los conciertos musicales, artísticos, Mall, edificaciones o el regreso a Concepción de los restos de Martínez de Rozas, por ejemplo son elementos que ayudan a construir una ciudad de todos.
De seguro son acciones que permiten desarrollar y visibilizar algo de nuestra historia, algunos dirán de su propia identidad; sin embargo, la ciudad, pensada como una comunidad de actores y sujetos, necesita algo más. Desde el cuidado en el aseo y limpieza, pasando por el dialogo permanente entre la autoridad y su vecinos, hasta la implementación de iniciativas (consultas) en las cuales los habitantes decidan sobre sus propios espacios y lugares que habitan.
Asimismo, que el municipio más que convertirse en un reducto al servicio de determinados intereses (personales) o proyectos (políticos), sea un lugar amigable de acogida, recepción y de solución de problemas estructurales o de vida cotidiana.
La ciudad requiere orden, pero no un orden impuesto, punitivo, que solo se centre en el castigo o sanción, sino más bien un orden que surja de un diálogo y acuerdo, el cual compatibilice los anhelos y deseos de quienes constantemente ocupan esos lugares y quienes allí viven o transitan.
A nadie le gusta circular por una plaza o paseo donde la contaminación ambiental (acústica) y física (suciedad e inmundicia) se hace insoportable, pero tampoco se puede evadir una realidad que está allí, presente y lleva un buen tiempo. Por eso mismo, las soluciones pasan por medidas integradoras y no solo punitivas o en último caso intentar invisibilizar/esconder o minimizar un problema.
De seguro no es fácil, como autoridad, lidiar con estos y otros tantos problemas, pero cuando se asume la responsabilidad de encabezar un proyecto municipal; se supone de ciudad, se debe pensar en cómo construir con todos y no sólo con quienes son mis aliados o con aquellos que solo tributan votos y apoyos.