Todos quieren construir la mejor metáfora posible. Todos quieren hacerse famosos con el twitter más golpeador o con la frase más "bacán" frente a las cámaras. Así aparecieron los fondos de pensiones tipo Mercedes y los trabajadores como cigarras y hormigas, degradando innecesariamente la discusión.
Pero hasta ahora muy pocos logran explicar con argumentos sólidos lo que realmente debe hacerse con las pensiones de la gente que hoy sufre por no tener dinero para vivir dignamente. A cada metáfora o frase simpática aparece una respuesta que cada vez violenta más el tema y hace aparecer a los técnicos y entendidos en la materia como gente insensible e incluso como defensora del status quo, asunto tan grave y mal visto por estos días.
Pero esto que ocurre con el sistema de pensiones en nuestro país, que finalmente se puede traducir en números y cuentas públicas, o se puede ver con el prisma más humano viendo a personas y no solo números, tiene también su correlato en otras áreas de nuestra vida.
Cada vez que hablamos de educación, salud, pensiones, gasto en I&D o inversión, siempre los países Ocde nos ganan en indicadores asociados al porcentaje del PIB que gastan. La suma de todos estos porcentajes nunca cuadra, siempre suma más de 100%.
Pero entonces habría que preguntarse como lo hacen los otros países o como deberíamos hacerlo nosotros. Primero aclarar que la mayoría de esos países desarrollados tienen niveles de deuda en porcentaje del PIB, muy superior a lo nuestro. Han gastado por años mucho más que los ingresos y esos déficits se han convertido en deuda que alguien tendrá que pagar. Post crisis 2008 varios pasaron ya el 100% del PIB y algunos llegan al 200%. Todos ellos deberán aumentar impuestos en el mediano plazo o bajar el gasto de Gobierno para disminuir esas altas deudas.
También muchos de estos ya han solucionado asuntos de inversión pública en los que nosotros aún tenemos que invertir. Escuelas, cárceles, hospitales, etc. Por último en muchos de estos países el sistema es mucho más eficiente y el sistema público realmente compra más barato y no como acá en que finalmente el Estado paga más que lo que un privado pagaría por el mismo bien o servicio.
Estamos en una etapa donde las demandas cuidadanas están generando un alto costo fiscal imposible de financiar si es que no hacemos un trabajo en serio, con más cifras duras y menos metáforas sacadoras de quicio. Se puede aumentar las pensiones y además financiar otros proyectos sociales, pero para ellos debemos sentarnos y hablar en serio y no como hasta ahora donde las trincheras abiertas no dejan ver que tenemos puntos en común y una nación que fortalecer y un país que desarrollar. Y tenemos una buena oportunidad de hacerlo bien, contando personas y no solo números.