El 25 de agosto tendremos una nueva versión del Encuentro Regional de Empresas, espacio de diálogo y reflexión que se ha convertido en una vitrina nacional para la discusión de los temas que preocupan a las empresas. El programa no puede abstraerse de la realidad política y social que vive el país. En pocos años y casi sin darnos cuenta, dejamos atrás un periodo en que el desarrollo se veía al alcance de la mano, para pasar a un estado de desaceleración económica, junto a una hostilidad y desconfianza trasversal a las instituciones.

En este escenario decidimos lanzarnos con la arenga triunfadora de ¡Vamos que se puede! que, reconociendo los obstáculos que hay en el país, busca convertirse en una inyección de ánimo para la economía de Chile y la Región, porque estamos convencidos que la desaceleración no puede paralizarnos.

En la Región, existe una cartera importante de proyectos, pero necesitamos un ambiente apropiado para que prosperen. Eso implica, por un lado generar proyectos de excelencia, y por otro, procesos institucionales más expeditos. Además de esta certidumbre administrativa y técnica, debemos promover las ventajas logísticas, de capital humano, ambientales y trabajar en la calidad de vida de nuestras ciudades para que no sólo seamos una buena Región para invertir, sino también para vivir y quedarse.

Por eso, en el Erede nos centraremos en tres áreas: desafíos de las ciudades como factores relevantes de la competitividad, las oportunidades de la internacionalización de la economía y los desafíos que representa para las regiones de Chile y las distintas visiones políticas, económicas y sociales, salir de la crisis de confianza que afecta al país.

Los almuerzos temáticos también serán ocasión para que grupos más pequeños profundicen en temas específicos, como la convivencia sustentable con las comunidades, el plan de descontaminación para Concepción y otros más de vanguardia como Internet de las coas (IoT) en el ámbito corporativo y la relevancia de la innovación e industrias creativas en la región.

¡Vamos que se puede! Es un lema que nos invita dialogar con sentido constructivo, asumiendo que no podemos subestimar el escenario actual como para quedarnos de brazos cruzados, pero tampoco debemos sobredimensionar las cosas como agoreros apocalípticos del futuro.

Esperamos una amplia participación de representantes de las empresas de la Región y generar un diálogo constructivo entendiendo que cada uno desde su rol debe actuar para revertir la crisis de confianza que nos tiene entrampados. La Región y el país lo necesitan.